Donde La Luz No Llega

Capitulo 1: Influencia

Cuando era niño pensaba que era imposible que descubrieran todo lo que existe en el planeta. Si, un pensamiento raro para un niño, siempre me sentí atraído por los bosques, la noche, la naturaleza, y la literatura fantástica.
Siempre me gustaba ir a acampar ya que la sensación de estar en completa lejanía de la sociedad era una sensación demasiado gratificante para mí (y lo sigue siendo). A medida que fui creciendo mi amor por lo desconocido creció exponencialmente, a tal punto de que con un grupo de amigos decidimos ir a acampar como de costumbre, pero esta vez a un lugar distinto, un lugar fuera de lo común, un lugar desolado, unas montañas boscosas alejadas remotamente de cualquier punto poblado, un lugar donde la personificación de cada ser humano se vuelve uno con la naturaleza, y nos reencontramos con nuestros antepasados viviendo en nosotros.
(Supongo que debo decirles nuestros nombres para contar nuestra anécdota), déjenme recordar.
A tal excursión originalmente íbamos a ir seis personas, pero dos decidieron no ir, quien sabe el por qué (por miedo quizás), así que conocerán a quienes fueron.
El primero es Charles, un tipo bastante duro a decir verdad, solía practicar boxeo, cuando lo invite al viaje acepto al instante (no me sorprende de él), pues es un tipo bastante extrovertido y abierto a las nuevas experiencias.
El segundo es Jacob, a diferencia de Charles, Jacob siempre fue un tipo introvertido, solitario, no salía nunca y alguien muy, muy serio (no sé cómo aceptó mi invitación)
El tercero es Izan, un tipo común, que no destacaba en nada (excepto por su baja estatura), y además el típico niño mimado de hogar, literalmente cuando lo invité tardó tres días en que le dieran permiso en casa.
Y luego estoy yo, André, yo soy un aventurero por instinto, me crie en un clima frio que forjó mi carácter, de niño siempre me regañaban porque decían que mi mente divagaba demasiado, y nunca les faltó la razón, pero bueno, prosigamos