Capítulo 2

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El pequeño príncipe Taehyung cumplía 6 años y toda la mansión estaba inmersa en los preparativos para su fiesta.

Como era costumbre, se celebraban los cumpleaños con una fiesta para todo el reino y para los demás reinos. Siempre asistían los reyes demonio, los reyes ángeles y los reyes que Taehyung llamaba “brujitos” porque siempre iban acompañados de sus fieles criaturas como duendes, magos y otras que seguramente podrían imaginarse.

A Taehyung le encantaba su amiguito “luz”, que en realidad se llamaba Hoseok y era un pequeño duende. Siempre le tocaba sus orejas puntiagudas y le gustaba ver cómo Jungkook se enojaba cuando hacía eso.

Las sirvientas estaban ocupadas llevando los preparativos al castillo y por eso Jungkook se encargaba de lavar el cabello de su pequeño príncipe, mientras Tae estaba sentado en la tina llena de agua y espuma.

—¿Qué te ocurre, Taehyung? —preguntó después de estar todo el rato en silencio, ya que le extrañaba que el menor estuviera tan callado y decaído.

—Nada, señor Jungkook. —contestó, mientras bajaba la mirada.

—Tus ojos te delatan, Taehyung. Es malo mentir y eso ya te lo enseñé. —los ojos del pequeño tenían un color avellana mezclado con un poco de azul que apenas se notaba.

—Estoy nervioso, ¿y si hago algo mal y no me quieren como rey? —levantó la mirada hacia los hermosos y profundos ojos de Jungkook, que justo en ese momento lo miraba con una sonrisa de labios sellados.

—Lo harás muy bien, Taehyung. Como todos los años. —Taehyung iba a contestar, pero Jungkook volvió a hablar —No hay nadie que pueda odiarte si te llega a conocer. —se levantó y tomó una toalla para envolver el cuerpo del pequeño cuando este se levantó.

—¿Estás seguro, Kookie? —dijo, entrelazando sus manos detrás del grueso cuello de Jungkook —Estoy seguro, mocoso travieso. —levantó al menor y cuando lo hizo, rápidamente su cadera fue rodeada por unas pequeñas piernas.

—¡Hoy veré a luz, Jungkook! —dijo, emocionado al recordar que pasaría tiempo con su gran amiguito Hobi.

—Hiy viri i liz jinkiik —susurró molesto.

—¿Eh? —Taehyung quedó confundido por las “palabras” o lo que sea que haya dicho Jungkook.

—¿Eh?, no dije nada yo —mintió Jungkook, tratando de disimular.

—Sí que dijiste algo, Kookie. Repítelo —insistió Taehyung, con una sonrisa traviesa.

—No, no dije nada. Vamos, tenemos que vestirte para ir. —cambió de tema Jungkook, llevando al menor a su habitación.

—Pero Kookie, quiero saber qué dijiste.. —se quejó Taehyung, mientras se dejaba poner una ropa elegante y cómoda.

—Ya te lo diré luego, Taehyung. Ahora tenemos que irnos, o llegaremos tarde. —dijo Jungkook, mientras le ponía una corona de flores en la cabeza al pequeño.

—Está bien, Kookie. Pero no te olvides, eh. —dijo Taehyung, mientras le daba un beso en la mejilla a Jungkook.

—No me olvidaré, Taehyung. Te lo prometo. —dijo Jungkook, mientras le devolvía el beso y lo tomaba de la mano.

—Te quiero, Kookie...

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