Louis tiene un hijo en la guardería, Harry es su maestro.
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A Harry le encantaban los niños. Desde que tuvo su primer acercamiento con el bebé su tía a los siete años supo que quería convivir con niños pequeños siempre, es por eso que se hizo cuidador en una guardería.
Sabía el problema que era tener hijos propios, pues había vivido de cerca el cómo su tía crió y educó a su primo Liam y en cuánto batalló, por eso decidió simplemente no tener hijos y solo cuidar de momentos a otros, así le era más lindo.
Cuidaba a niños de un rango de edad de cuatro a seis años, así que se dedicaba a hacer diferentes dinámicas aptas para todos los niños.
—... Sus loncheras listas, y juguetes en sus lugares, ¿Todo en orden?... Oh ¡No olviden sus adornos para san Valentín!
Recibió una respuesta positiva al unísono de parte de todos los niños. La hora de salida había llegado y los padres de la mayoría estaban afuera esperando a sus hijos.
El salón de juegos quedó casi vacío, a excepción de un niño que se acercaba a él y se escondía detrás en lo que todos salían.
A ese pequeño lo conocía a la perfección. Se llamaba Evan y tenía recién cumplidos los cuatro años, era el más pequeño y bastante tímido, no solía desenvolverse bien con los demás, jugaba siempre solo o aveces con él, pero estaba todo en orden, Evan no mostraba tener ningún problema y era feliz de estar ahí.
— Mi papi dijo en la mañana que tardaría veinte — Murmuró bajito y se aferró a los tirantes de su mochilita — ¿Eso es mucho?
Harry le acaricio el cabello lacio y negro y le sonrió cálido.
— No pequeño, solo un ratito, yo me quedo contigo — Lo tomó de la mano y cuando todos los niños salieron lo llevó a sentarse al suelo sobre la alfombra didáctica, él también se sentó de piernas cruzadas.
Harry Carraspeo y no supo por qué se ponía tan nervioso por estar con un niño.
— Uhm, ¿Y por qué tu papá iba a tardarse? — Preguntó rompiendo el hielo y se sintió estúpido, pies era un niño de seis años al que seguro no le importaba tener una conversación con él.
— Es abogato.
El rizado soltó una risa y Evan lo miró con su frente arrugada.
— Lo siento cariño, pero es abogado — Lo corrigió, el niño pensó un momento y asintió.
— Ah, si, eso — Respondió simple — Tuvo que defender a alguien.
— Oh, eso es muy interesante.
Harry pensó y de alguna manera quería sacar información sobre el atractivo padre de Evan, siempre que lo recogía iba vestido de traje negro y gafas, olía a un perfume posiblemente costoso y tenía una sonrisa encantadora, habian hablado un par de veces pero nada que no fuera sobre la guardería y Evan.
