2. ¿How was your day?

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La lluvia ya lo había empapado completamente para cuando doblo en la esquina y llegó a casa.

Por supuesto que iba a aprovechar la situación para pedirle a su amigo que le preparara algo caliente y le diera algunos mimos con la excusa que se pondría enfermo, a fin de cuentas, todo era su culpa.

Entró a la casa con los pies entumidos y atravesó el pequeño patio, saludo a su perrita con una caricia en la cabeza para después verla refugiarse de la lluvia en su casita.

— ¿Louis? — Preguntó en voz alta, dejando las llaves en la mesa y quitándose el abrigo mojado. No recibió respuesta, pero el ojiazul se asomó por la puerta de su habitación. Como si se estuviese escondiendo de él.

Harry lo miró mal.

— Lo siento de verdad, te juro que no se me ocurrió revisar el combustible antes — Juntó las manos en su pecho y el mas alto rodó los ojos, abriéndose paso dentro de la habitación de su mejor amigo.

— Me va a dar una pulmonía por tu culpa y moriré, me alegro que llevarás eso en tu conciencia el resto de tu vida — Harry comenzó a sacudir su cabeza encima de la cama del ojiazul solo para molestarlo con el agua que caía de sus rizos.

— Ya, lo siento mucho — Se disculpó y camino despacio hasta llegar a él y detener los movimientos antes que empapara mas su cama — A ver, te ayudo con esto.

Louis giro despacio el cuerpo del rizado, y aunque la diferencia de estatura era bastante notable logró ayudarlo a quitarse la camisa húmeda y dejar al descubierto su torso marcado con tinta.

No era algo que los incomodara en lo absoluto, pues al ya tener algunos años siendo mejores amigos y otros cuantos meses viviendo juntos, podían decir que se conocían lo suficientemente bien como para que el estar desnudos frente al otro los apenara.

Harry se metió bajo las mantas calientitas de la cama y Louis se recostó a su lado, sin reclamarle nada, y bajo las cobijas también, con la diferencia que él si estaba con pijama puesto.

— Admito que tu cama es mas cómoda que la mía. — Dijo Harry, encogiendo las piernas sobre su estomago en forma fetal.

— Puedes venir cuando quieras — Louis le guiño un ojo a modo de broma y el rizado asintió con una sonrisa.

— Estoy muy frío — Tocó al ojiazul en el cuello, el cual se retorcio ante el escalofrío, Harry rió con malicia.

— Mierda... Realmente vas a morir — Se burló el ojiazul, pero tomó su mano y empezó a acunarla entre las de él para darle calor.

Estuvieron así unos segundos, tranquilos, escuchando la lluvia afuera que parecía un poco mas calmada que antes, y Louis vio a Harry bastante feliz a pesar de estar con frio y antes haber sido empapado, así que decidió preguntar.

— ¿Cómo estuvo tu día?

Sus caricias pasaron a su brazo y comenzó a frotarlo suavemente, el rizado sonrío de lado y se acercó un poco mas a él.

— Excelente.

Louis alzó la ceja.

— ¿Y...?

— ¿Y que? — Preguntó, mirándolo a los ojos.

— Quiero que me cuentes todo... ¿Qué diablos significa Excelente? — Mascullo, con fastidio, y le dio un pequeño apretón a su hombro en forma de masaje, Harry cerró los ojos.

— En la mañana discutí un poco con Rony... No quería aceptar que él fue quien dejo el candado abierto de las neveras. — Dijo, eso si con algo de molestia, pero lo olvidó rápidamente al concentrarse mas en los toques de su amigo que ahora estaban en su pecho, sobre las golondrinas que lo adornaban.

kuplia • one Shots larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora