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Tal vez no sea tan joven como antes,
ni desate quiméricos anhelos...
Ahora vivimos cada día el sueño,
y compartimos, entre dos, el vuelo.

Quizás nos agotemos más que antaño,
y a veces nos desborde la rutina...
Mas a tu lado hallo un hogar perfecto,
y contigo yo he de forjar mi vida.

Puedo no ser la joven que soñaste:
—la distancia borraba imperfecciones—.
Mas tu bondad anula mis defectos,
y al amar nos renuevas ilusiones.

Mi figura ha cambiado en estos años;
muy distinta de la primera vez...
Pero tú me deseas como entonces,
en completa y sublime desnudez.

Aunque cambiemos lo que antes fuimos,
no deberá importar de todos modos.
Porque a tu lado he sido más dichosa
y siempre nos soñé, como ahora somos...

Y en íntimos instantes aún descubro
esa llama imparable que destella
en tus ojos, yo seguiré existiendo:
joven por siempre, eternamente bella...

El amor se transforma en espirales,
que crecen rebosantes sin premura.
No importa que los años se den paso,
nuestro sentir, incólume, perdura.

No he de pedirle nada al universo,
contigo tengo todo lo que quiero,
sin importar que el hombre al que yo adoro,
se vuelva, junto a mí, un poco viejo.

Serás mi amor sin importar edades:
el niño que en mis sueños siempre escojo,
pues la vida o Dios determinaron,
que fueras mi pasión, mi paz, mi todo.

Y entonces, al final de nuestra vida,
sabremos que este amor era tan cierto,
que no sufrió de embates ni problemas,
y sobrevive, por los dos, al tiempo.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2023 ⏰

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