The Three Queens Of The Seven Kingdoms

Capítulo 01: Parte 01 (05-04-2023)

Pov Nadie:

Año 118 d.C:

Ya habían pasado seis meses de la muerte de la Reina Aemma, la madre de Rhaenyra, y de su hermano Baelon; la joven Princesa tenía el corazón roto, había perdido a su amada madre y a su pequeño hermano, al cual a pesar de que iba a tomar su lugar en la sucesión del trono, lo había amado con todo su corazón y ahora no tenía a ninguno de ellos a su lado. La Princesa Heredera estaba razonablemente devastada y la única manera de tener un poco de paz era montar a su dragona Syrax; surcar los cielos a lomos de su fiel compañera le traía algo de alivio a su dolor, la otra razón era su más querida amiga y primer amor, Alicent Hightower. A pesar de los oscuros momentos, la joven Dama era la única que le podía sacar una sonrisa en aquellos días tan dolorosos, el vínculo que tenían se había hecho aún más fuerte y cada vez hacía que Rhaenyra estuviera más segura de querer a su amada a su lado, no solo como su amiga y confidente, la Targaryen quería desposar a la Hightower, su vínculo era como ningún otro y ella no dudaba en que fueran Almas Gemelas, lo sentía muy dentro de ella, pero siempre había una pequeña cosa que podría arruinar todo su sueño, ser una Omega.

Dos Omegas no podían estar juntas, era mal visto que Alfas y Omegas estuvieran con los de su mismo sexo secundario, y aquellos que llegaban a hacerlo y eran descubiertos, al instante eran ejecutados sin ningún miramiento delante de todos los que quisieran ver o estuvieran allí, todo para transmitir un mensaje: no podían seguir tales "aberraciones". Rhaenyra no le importaba su propia existencia, pero Alicent era su todo y ella no quería que le pasara nada, haría hasta lo último y lo imposible por mantenerla a salvo de todo y todos, ni siquiera le importaba el trono, pero tenía la certeza de que sería una Alfa una vez que se presentara, su madre siempre se lo había dicho y ella nunca dudó de su madre, su palabra era sagrada para la Princesa.

—Tengo que ser una Alfa, Syrax, para poder desposar a Alicent sin problemas... ¿Qué dices tú, chica? Alicent volando con nosotras, formando una familia, que tengamos hijos y que ellos tengan sus propios dragones que vengan de ti —comenzó a hablar Rhaenyra en alto Valyrio, soltando un suspiro mientras admiraba la vista del cielo despejado aprovechando que estaban en un vuelo nivelado y tranquilo, luego de unos cuantos segundos en silencio volvió a hablar, esta vez con un tono emocionado, acariciando el costado de su fiel dragona, sonriendo cuando escuchó el gruñido que soltó Syrax ante sus palabras, al parecer igualmente emocionada por lo que su jinete le decía.

Debido a la conexión jinete/dragón que compartían, Syrax sentía lo que su amada jinete, y el amor, anhelo y devoción que Rhaenyra sentía por Alicent no era la excepción, desde que la chica llegó a la vida de la Princesa fue instantánea la conexión que hicieron, la chica castaña le fue presentada a Syrax poco después de haberse conocido, la jinete había estado hablándole a su dragona de ella desde el primer día; ha sido la primera y única persona que Rhaenyra le ha presentado y la única que aparte de su jinete, que se puede acercar a la majestuosa bestia. Las primeras veces no se acercó tanto y le tenía algo de miedo por obvias razones, pero aun así Syrax la reconoció como la futura compañera de su amada jinete y la aceptó, ahora se acerca y le acaricia las escamas cuando la Princesa va de visita a Dragonpit o luego de un vuelo.

La dragona ya quería que su jinete y la chica se juntaran, pero Rhaenyra no había madurado todavía, aún no se había presentado, la edad para la presentación era a partir de los diecinueve onomásticos y la Heredera sólo tenía diecisiete, pero Syrax podía sentir que pronto lo haría y sería una orgullosa Alfa Valyria, dando honor a su antepasada, la Reina Visenya Targaryen, la primera jinete de Vhagar, la cual fue la primera en presentarse a temprana edad (Diecisiete años), siendo la única entre sus hermanos: Aegon y Rhaenys, en ser Alfa y presentarse antes, ya que estos se presentaron a sus veinte y diecinueve onomásticos como Beta y Omega respectivamente.