Pov Nadie:
Si bien la joven Laena había estado acostumbrada desde que era pequeña a estar cerca de Meleys y estar en varias ocasiones pasadas en los cielos montando a lomos de dicha dragona con su tía Rhaenys, eso había sido hace mucho y ahora estar en los aires a lomos de Syrax y con Rhaenyra sentada detrás de ella, rodeándola protectoramente con sus brazos mientras la guiaba para que ella misma aprendiera a manejar las riendas de un dragón, aquello simplemente se sentía como si fuera su primera vez volando y era glorioso.
Se sentía más que honrada de ser la primera persona aparte de Rhaenyra que estaba a lomos de Syrax, ya que sabía que la propia Alicent aún no había montado a la dragona para acompañar a la Princesa Heredera a volar, aunque sí se había hecho cercana a ella según le había contado la misma Princesa en cartas anteriores, y también por lo que ella misma había visto en el funeral de la difunta Reina Aemma, ya que había sido justamente Alicent la que había detenido a Syrax de casi prenderle fuego al Rey Viserys cuando éste casi rompe el rito funerario al acercarse a la pira mientras Rhaenyra y Rhaenys le daban el último adiós a la Reina, ya que como dictaba la tradición Valyria, quien fuera a dar el fuego funerario debía dar el último adiós y si alguien se acercaba estaría infringiendo dicha sagrada tradición.
Aemma había pedido tiempo atrás que si le llegaba a pasar algo quería que tanto Rhaenys como su hija Rhaenyra fueran quienes dieran el fuego funerario y el último adiós, por lo que todos habían guardado distancia mientras ellas hacían el rito y último adiós, respetando los deseos de la Reina pero el Rey en estado de ebriedad se quiso acercar y tanto Syrax como Meleys le impidieron llegar más lejos, sin embargo fue la dragona más joven quien casi lanzó su fuego hacia el hombre y de no haber sido por la Dama de la Princesa, el Rey hubiera perecido ese mismo día ante el fuego del dragón de su hija y se debía a su propia incompetencia e superioridad, ya que ningún Rey anterior había cometido tal idiotez antes.
El vuelo fue tranquilo y sin ningún tipo de inconveniente, Laena disfrutó mucho en todo momento del vuelo al igual que Rhaenyra, pero ésta última nunca respondió a la constante pregunta de la Velaryon acerca de a dónde se dirigían, tan solo diciéndole que era una sorpresa y que debía tener un poco más de paciencia ya que valdría la pena, por lo que luego de haber recibido un beso en la mejilla no volvió a preguntar y solo espero a llegar a su destino, disfrutando del calor que desprendía la Targaryen detrás de ella y contra su espalda.
Algunos minutos después Syrax comenzó su descenso hacia una isla que Laena no conocía, la isla era grande pero parecía deshabitada y sin ningún tipo de intervención humana, lo cual le llamó la atención pero supuso que solo era una isla remota que no había llamado el interés de nadie más, pero también le pareció algo raro que Rhaenyra las llevará justamente a ese lugar; una vez que Syrax aterrizó en una parte de la isla, la Princesa Heredera desató a la mayor de la silla y la ayudó a bajar con cuidado de la majestuosa criatura.
—Rhae ¿Qué hacemos en una isla remota? —preguntó una vez que ambas estuvieron en tierra firme, mirando a su alrededor con curiosidad, buscando alguna cosa que le diera aunque fuera una respuesta, pero no había nada más que naturaleza, así que solo se rindió de seguir buscando y fijó su mirada en la jinete, esperando una respuesta de ella.
—Bueno, lo de la isla remota fue cosa de Syrax pero es lo que me lleva a la primera cosa por la cual te saque un rato de Driftmark, Syrax me ayudó a localizar el objetivo —comentó luego de haber soltado una risita divertida por la clara curiosidad de la Velaryon y como no la quiso hacer esperar más, se acercó a ella y la tomó suavemente de la mano. En ese justo momento Syrax hizo una especie de vocalización desde su garganta y unos segundos después se escuchó una más fuerte y no muy lejos de donde estaban ellas.
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The Three Queens Of The Seven Kingdoms
FanfictionViserys: «Me casaré con Alicent Hightower». Rhaenyra: « ¿Qué? No, no te puedes casar con ella». Viserys: «Sé que es tu Dama y más querida amiga, pero la tomaré como mi esposa y Reina». Otto: «Usted también se casará con un hombre de una buena casa...