19

26 1 1
                                    

Cuando desperté está mañana recibí unas fotos de mi padre discutiendo con mi psicóloga, no me pareció raro, ya que siempre hablan, lo raro fue ver que en la foto mi padre le daba un sobre marrón con mucho dinero.

Supuse que quiere averiguar que es lo que se, así qué toma la decisión de contar solo un poco de lo que está pasando, sabía que engañar a la señorita Aurora no sería fácil, debido a que me conoce y sabe leer mi cuerpo.
Lo mejor que se me ocurrió fue contar lo de los chicos, si bien no es mentira, eso me ayudará a que mi padre piense que solo soy una niñita tonta que se está enamorando de dos chicos.

Debo admitir que me gustó esto, de estar un paso adelante de él, pero no festejo demasiado, ya que no se él motivo del porque hace todo esto.

Y ahora estoy probandome vestidos para un baile que organizo mi padre, me hubiera gustado decir que no quiero asistir, pero debido a que no eh estado presente ayudando a mi padre en la campaña, ahora debo asistir.

Mirando tantos vestidos opto por uno verde marmolado con azul y negro, caído un poco adelante y con un tajo en la pierna.

-Me llevo este.- le digo a la cajera y ella asiente.- También dame ese bolso azul, por favor.-

-Está bien señorita Bossi.- pago las cosas y salgo de la tienda.

Y me encuentro a Enrico hablando por teléfono, sigo mi comino a algún lugar de comida.

-Señorita Clara su padre dice que van a ir a un restaurante a comer.- me indica Enrico caminando junto a mí, me freno.

Dios esté hombre nunca para.

-Está bien Enrico vamos.- le digo y él me mira sorprendido.-¿Qué?, de nada me va a servir negarme.-

- Pues en eso tiene razón señorita.-

Camino hacia la camioneta y me subo.

Llego al restaurante y como siempre cuando bajo está lleno de paparazi.

-Mi padre siempre eligiendo lugares pocos concurridos.- ironizo.

Bajo del auto con ayuda de Enrico y otro guardaespaldas, logramos entrar al restaurante.

-Señorita Bossi yo la llevare a su meza.- Me dice un chico y yo solo lo sigo.

-Debo decir que es sorprendente que quieras almorzar conmigo a solas.- Le digo mientras me siento.

-No es nada sorprendente que quiera almorzar a solas con mi hija.- me dice con su tono duro y autoritario.

-¿Que desean ordenar?.- pregunta el mesero.

-Para mi una pasta a la Puttanesca y para ella una a la bolognesa.- responde mi padre.

-Yo mejor prefiero con salsa pesto de pistachos, gracias.- el mesero asiente y se retira.

-Pensé que te gustaba la salsa de bolognesa.- me dice mi padre, mientras nos sirve vino.

-Cuando tenía cinco.- le respondo mal.

-¿Cómo fue tú mañana?.- pregunta  cambiando de tema, como si no le importara no saber nada de su hija.

-Pensé que ya se te había informado.-

-Clara..- me advierte.

Y yo solo bebo un poco de vino y él suspira cansado.

-¿Tienes cita para está noche?.- saca tema de nuevo y yo solo cuento los segundos para que traigan la pasta, la coma y me largue de aquí.

-No sabia que había que llevar una cita, pero bueno gracias por informarme, buscaré una.- otro trago de vino.

-Te llenaras de liquido y no comerás nada.- me advierte y yo ruedo los ojos.

¿Él o Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora