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Narrador omnisciente.

El hombre de cabellos rubios conducía tranquilamente, estaba volviendo a su casa.

El sol se estaba escondiendo por lo que el cielo de veía anaranjado. Realmente era un color muy lindo.

El hombre había decidido que bajaría un momento para poder quedarse a ver el atardecer.
Así que detuvo su auto cerca de un parque que había por ahí.
Después de estacionarse bajo del auto y cerro la puerta con llave.

Luego camino hasta la entrada del parque, al cruzarla pudo ver a varios niños jugando y correteando, reían y se veían muy felices.

El hombre paso de largo y fue a sentarse a una de las bancas que había.

El ambiente era tranquilo, se sentía bastante cómodo en ese momento.
Inhaló profundamente y luego exhaló. Cerro sus ojos buscando obtener aún más tranquilidad, y lo conseguía. Sentía que nada podía arruinar el momento.

-.Disculpe.... señor? -Escucho Changbin. Al escuchar esa voz algo en Changbin se removió, le había encantado esa vocecita.-

Decidió abrir los ojos para poder ver quién era portador esa voz tan preciosa.
Encontrándose con un pequeño muchacho de cabellos anaranjados así como el atardecer, quedándose maravillado con la belleza de ese niño.
Sus ojos marrones eran tan lindos y brillantes, su naríz era tan fina que iba perfecta con su rostro... Oh por dios, y sus labios, sus labios se veían tan rosas y carnosos.
Inmediatamente Changbin Quería probarlos, necesitaba probarlos.

¿Cómo es que de a un segundo para el otro Changbin se había quedado abobado solo por un niño?

-.Eh.. ¿S-Señor?.. -Volvio a hablar el menor ya que al parecer no lo había escuchado.-

Changbin parpadeo rápidamente. Se reincorporo y luego le sonrió al pequeño chico.

-.¿Que sucede? -Respondio Changbin, queriendo sonar cálido ante ese niño.-

El menor observo con nervios la sonrisa que llevaba aquel hombre.

-.Me... Me preguntaba si podría decirme la hora... -Dijo esta vez tratando de no tartamudear. Aunque sonando algo inseguro de sus palabras.-

-.Por supuesto, son... -Changbin despegó su mirada del chico y luego levantó su manga para poder ver su reloj, el cual marcaba que eran las 19:12 p.m.- Son las siete

El muchacho bajo su cabeza dejando salir un suspiró.

-.¿Que ocurre? -Se atrevió a preguntar Changbin. Dejando notar como es que la curiosidad lo invadía.-

El chico no muy seguro levantó su cabeza y le respondió.

-.Se suponía que mí mami vendría por mí... -Dijo en voz baja. Su voz se notaba decepcionada.-

Changbin comprendió que quizás su madre había olvidado de recojer a su hijo.

-.¿Hace cuanto estas esperándola? -Pregunto Changbin.-

-.No lo se exactamente... Pero cuando llegue el cielo aún era celeste...

Llevaba por lo menos dos o tres horas ahí.
Supuso Changbin.

-.Estar tanto tiempo fuera es peligroso... ¿No has pensado que algo pudo haberte pasado? -Soltó Changbin. El niño lo miro extrañado.- Lo mejor seria que te quedes cerca de la comisaría

-.No creo que ella tarde en llegar... Y-Y tampoco sé dónde está la comisaría... -Respondio algo avergonzado. Y con nervios comenzó a jugar con sus dedos.-

Changbin sonrió al ver cómo estaba el menor.

-.¿Quieres que te lleve?

Hablo Changbin. En ese momento el chico se puso a pensar en que realmente pudo haberle pasado algo y que quizás aquel hombre tenía razón.
Por lo que accedió a que el hombre lo llevará a la comisaría.

ꕤ  :  la muñequita de Changbin ⬪ changlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora