Simple pregunta

282 34 3
                                    

Adrien se encontraba en un callejón sin salida.

El sabia lo que significaba la palabra, la encontró en un libro y le preguntó a Nathalie, la mujer mas sabia que conocía, y, aun así, aquella pregunta rondaba sin descanso por su cabeza.

También sabía lo que significaba sabia, lo había aprendido de la misma manera, pero en defensa de Nathalie y su brillante mente, cuando eres pequeño todo el mundo te parece inteligente.

Sin embargo, en vez de seguir divagando entre palabras que ya conocía, para romper su difícil situación y obtener la información deseada, Adrien fue directamente donde su mejor fuente.

Nathalie se encontraba sentada en su cama con una manta sobre sus piernas, leyendo y disfrutando de los tibios rayos del sol que entraban desde su ventana. Muchos la definían como fría, indiferente o sin corazón.

En ese momento, la palabra mas adecuada era entusiasta.

Pasar un tiempo con su precioso rubiecito en el lugar que sea se convirtió en el único momento de su apretada agenda de trabajo para relajarse. La presencia del pequeño rubio trajo una chispa muy necesaria a su vida desde el momento que nació; encontró un gran placer en responder a todas sus dudas que iban surgiendo con el tiempo, y compartir su conocimiento, por muy simple que fuera, la forma en como Adrien absorbía la información como una esponja era absolutamente adorable.

Así que cuando Nathalie sintió unos suaves golpecitos tras la puerta seguidos de una cabeza asomándose tras ella supo que esperar.

- ¿Nathalie?

No importa cuantas veces pidiera al público en general que respetaran su espacio personal, tratándose de Adrien cualquier regla impuesta por ella se desvanecía, así como crecían instintivamente unas ganas de abrazarlo con solo verlo.

- ¿Sí, Adrien? - respondió Nathalie con una sonrisa.

Cuando entró completamente al cuarto Nathalie notó lo nervioso que estaba. Con movimientos torpes Adrien trepo hacia la cama hasta posicionarse a un costado de Nathalie.

- ¿Se puede encontrar otra mamá?

Oh.

Nathalie recogió sus pensamientos analizando en donde pudo haber escuchando esa pregunta, intentaba adivinar si en algún libro de cuentos aparecía, hasta que recordó la fecha.

No era de esperarse que la curiosidad de Adrien por conocer a su madre demorara en florecer, si bien Emilie falleció cuando recién tenia un año de nacido no significaba que no hayan formado un vínculo.

Cada vez eran mas recurrentes las preguntas que hacia, y a Nathalie le encanta contarle historias sobre ella, a lo mejor con eso lograría aplacar un poco la triste verdad que, en realidad, Adrien no tenía a su madre.

- Eso depende, ¿que constituye una mamá para tí?

- ¿Constituye? - Adrien ladeo su cabeza sin comprender que refería esa extraña palabra.

- Ser o ser considerado en algo. La importancia de alguien en la vida de una persona - explicó Nathalie.

Adrien se detuvo, los ojos se estrecharon un momento como si dependiera de ello para obtener la respuesta que andaba buscando en su cabeza.

- Mamá es quien lee historias a la hora de dormir y asusta a los monstruos bajo la cama, y la que me hace almorzar y cenar, también la que corta las orillas de mi sándwich. La que me baña cuando estoy sucio y juega conmigo para divertirnos.

- ¿Así que una mamá es aquella que se preocupa por ti y te ama? - Adrien asintió - Cariño, eres tan inteligente - atrayéndolo hacia ella Nathalie acuno a Adrien en sus brazos, quedándose un tiempo en esa cómoda posición.

La maternidad no siempre es biológicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora