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Una noche estrellada [Parte 1]

— Lo que ocurrió fue tan rápido que ni siquiera fui capaz de reaccionar —

— 12 de diciembre, un año atrás, reino Vasileiou . . .

Ese día Fun se había ido en su caballo a buscar algo, Cineva no podía recordarlo con claridad, solo supo que ese día iba a cambiar para siempre, todo... Fue tan rápido, de la nada los del imperio Chae-Koino entraron y con un disparo en la cabeza mataron a la antigua reina y a su marido en frente de la hija menor, Cineva reaccionó rápido y salió huyendo, iba a atacar, iba a ayudar... La adrenalina del momento fluía por sus venas, pero cuando finalmente iba a matarlos... No había nadie, solo pudo escuchar los llantos de "la infanta" Megi y a gente gritar, Cineva iba a atacar, pero escuchó una voz que le hizo regresarse
— ¡Investiguen arriba, rápido! —
Cineva fue al laboratorio y con el arma que Fun le había dado espero a que alguien entrase para dispararle
— Hey madre... No creerás en lo que me he convertido —
Pensó Cineva mientras apuntaba, de la nada alguien entró y Cineva sin dudarlo le disparó, matando al soldado
— Nadie va a tocar mis explosivos... Nadie —
pero en realidad la historia no estaba completa desde ese ángulo, había alguien que nunca le había comentado lo ocurrido a nadie, ni siquiera a su propio hermano mayor
— He hecho que los demás paguen por mis pecados... Y así será siempre... —
En el fondo Megi no era así, en sus memorias reposaba un recuerdo horrible que nunca le dejaría en paz.

Megi vió a sus padres en el suelo y antes de que pudiera gritar sintió cómo alguien le tomaba del hombro y le golpeaba, al despertar estaba amarrada a un poste y sus amigos con los cuales raideaba y molestaba estaban en el suelo listos para morir, a Megi le pusieron una venda en los ojos y le tenían amarrada
— Entonces... Señorita princesa, déjeme decirle que fuimos llamados a atacar después de sus fastidiosos ataques —
El hombre con máscara golpeó a uno de los más leales seguidores de Megi, el cual imploraba clemencia pero sus alaridos siguieron escuchándose
— ¡Déjenlo, déjenlo! —
Gritó Megi entre lágrimas, no podía moverse y estaba indefensa, el hombre con máscara de cuervo se acercó a Megi y tocó su rostro con sus dedos manchados de sangre
— Ellos cargan con el pecado que cometiste, ellos pagarán tu castigo... —
Esté siguió torturando a sus amigos hasta finalmente acabar con casi todos, el último se movió torpemente entre la sangre y el hombre sólo pudo apreciar el momento
— Vive feliz... Huye... Y no vuelvas aquí... Olvida que alguna vez fuiste esto y... Escapa... —
Susurró el pelinegro para así morir en frente de Megi, la cual gritó y empezó a intentar soltarse
— ¡No, no! Por favor, no me dejen... No me dejen sola... No otra vez... —
Megi escuchó el sonido de un disparó y por los nervios creyó que le había caído a ella, Cineva arriba había acabado con la vida de alguien y... Megi siguió llorando
— No me dejen... Por favor... No me dejen... llévenme con ustedes chicos... —
El hombre le miró y se acercó para así tomarle del rostro
— Alguna vez fuimos grandes amigos todos, las cosas han cambiado, te dejaré vivir... Aléjate de aquí y crea otra vida desde cero, largo... —
— ¡Llévame con ellos, llévame con ellos, te lo pido! —
Ese hombre le dió la espalda y se fue en silencio mientras Megi lloraba amargamente y llena de odio, iba a vengarse... En definitiva ella iba a vengarse, Megi iba a extender su mano pero las ataduras le impidieron moverse y terminó llorando mientras Cineva salía de su escondite manchado de sangre, Fun llegó a su hogar y al ver esa escena simplemente miró el charco de sangre, a los plebeyos y a su hermana
— No me dejes... Por favor... —
Susurraba Megi mientras Fun le veía en ese estado tan deplorable.

Eso era tema del pasado, un simple y mero recuerdo, algo pasajero, algo que debía ser olvidado... ¿Cierto? Megi suspiró y le dió la espalda a la niña
— Supongo que todos tenemos algo que contar ¿No es así? Pues entonces habla Sharon —

Mientras eso ocurría Ipo veía a Shulks con cierta curiosidad, la verdad quería ver a esa niña, quería saber de que estaba hablando Shulks, quería... Comprender ciertas cosas
— Dije que debería irme... Ya sabes —
ipo fue nuevamente a por Xime y al llegar donde la había dejado vió a Xime en el suelo mirando a la nada con cierta tranquilidad
— ¿lograste... Encontrar algo? —
— Solo pude encontrar a gente indispuesta a hablar... Nada importante, nadie importante por aquí —
En realidad ni siquiera había visto algo para reportar, al parecer habían evacuado la zona al verlos tan cerca, Ipo sacó una botella de "agua" y empezó a beber mientras veía a Xime, esta parecía algo triste
— ¿Ocurre algo? —
— Siento que esta vida es totalmente una agonía injusta, que somos peones en un juego injusto llamado vida —
Al escuchar eso Ipo se sentó en el suelo con ella y sonrió
— ¿Sabés? Depende de la perspectiva, todos estamos encerrados en prejuicios, todos tenemos algo de lo que queremos escapar, es como... Una jaula —
— ¿Creés que todos estemos en esa jaula? —
Ipo soltó una risa y se estiró mientras veía a Xime a la cara
— Desde el más pequeño ser humano hasta el más poderoso monarca esta en una jaula, todos tenemos esas etiquetas —
Al escuchar eso Xime miró a Ipo e intentó hacer una pregunta
— ¿Cuál... Es tu etiqueta? —
— Oh... Mis orígenes son bastantes ordinarios, creo que mí peor error fue el no poder defender a quienes amaba ¿Y el tuyo? —
— Oooh... Me siento culpable por no poder ayudar a Inu... —
Ipo suspiró y levantó a Xime, debían irse y no tenía mucho que opinar al respecto.