VII

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"¿Quién?" Preguntó Soobin mientras seguía conduciendo como si no hubiera saltado del susto hace unos momentos.

"El chico que estaba hablando conmigo, hyung. Es un Idol, con razón se me hacía conocido, suele salir en la tele." Sonrió Kai.

"¿Los idols pueden ser gays?" Ante tal pregunta la cara de Kai mostró una expresión casi inexplicable, entre confusión, gracia e incredulidad. Y volteó a ver al conductor.

"Son humanos, no hay razón para que no haya algún Idol queer, que es esa pregunta, hyung." Kai rió todavía estupefacto por lo que le fue preguntado.

Soobin que estaba a su lado rodó los ojos y bufó.

"No me refería a eso. Me expresé mal, me refiero a que si los Idols pueden exponer su orientación sexual ante el público. No hablo de heterosexuales, claro está. No estoy nada metido en la cultura pop." Frenó el auto un momento por el semáforo y miró a Kai que se mostraba pensante, como buscando qué exactamente decir.

"Bueno, es algo complicado. Si es un producto de consumo, como un concepto, un juego... La gente no tiene problema, hasta le da gracia y le gusta... Pero cuando una persona se abre con respecto a su orientación sexual le llueve mucho odio, incluso de gente joven. Si me lo preguntas por ese lado, entonces la respuesta es no." Dijo Kai entre triste y molesto. Soobin lo entendió y no preguntó más. El semáforo dió verde y avanzaron. El departamento no estaba tan cerca.
Unas cuadras más adelante, Soobin decidió volver a hablar.

"Veras, hoy hablé con Yeonjun sobre el problema que tuvimos" dijo el más alto, recibiendo la atención de Kai, que lo miró con interés. "Me disculpé con él, acepté mi error, y concuerdo con él en esto... Lo siento, te ofrezco mis disculpas por maltratarme sin razón alguna y meterte en el lío, a pesar de que seas tan pesado y molesto a veces yo realmente no creo que seas una mala persona." Finalizó Soobin coincidiendo con otro semáforo. Miró a Kai y en su cara se plasmaba una sonrisa de labios cerrados y párpados somnolientos.

"Está bien, aceptó su disculpa, hyung. Ya podrá recibir de nuevo mis halagos hacia usted." Se apoyó en el tablero frente suyo sosteniendo su cabeza con su puño.
Soobin bufó por segunda vez en la noche aunque una media sonrisa se mostró en su rostro.

"Kai, no hago esto para que vuelvas a molestarme." Pero muy en su interior se encontraba algo alegre. Si se sintió algo vacío esta semana sin la presencia del chico a su alrededor.

"Oh. Vamos hyung, usted lo merece, es un premio por aceptar sus errores."  Dijo el menor con una mirada que, aunque no lo estuviera viendo, Soobin sabía que era coqueta.

"¿Un premio? ¿Eres un objeto, Kai?" Rió burlón él pelinegro.

"Aunque, no siendo muy humano de mi parte, me cosificaría para que usted me use, hyung, un premio no siempre es un objeto, a veces puede ser un servicio..." Dijo mientras se acomodaba en el asiento y colocaba su mano sobre el muslo del más alto, que sintió la corriente de tensión subir por todo su cuerpo y lo hizo suspirar profundo. Decidió mantener la calma, ya faltaba pocas cuadras para llegar al departamento del menor. Rió como si no estuviera sintiendo el calor y presión de la mano del rubio sobre sí.

"¿Y por qué sería un premio recibir tus piropos?" Frenó en la ubicación que le dió y giró su rostro a mirar al más joven, que levantó las cejas casi inocentemente.

"¿Seguíamos hablando de piropos?" Finalizó con una sonrisa de medio lado y se acercó al conductor, que simplemente le mantuvo la mirada con una chispa llamativa y tensa, dejando un beso en su mandíbula. "Gracias por traerme, Binnie hyung." Dijo apenas separándose de su piel y luego volviendo a su lugar.

Soobin sintió el calor de la mano ajena abandonar su muslo y simplemente decidió no reclamarle el acercamiento al chico.

"No diré 'de nada' porque me debes un favor, ni siquiera sé cómo voy a hacer para entrar al dormitorio." Se relajó entre su asiento y la puerta del auto, aún viendo a Kai.

MONTERO 《sookai》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora