MONTERO 《sookai》

VIII

Kai despertó en su cama vacía a mediodía, sin un rastro de cierto pelinegro que hace unas horas estuvo junto a él. Le pareció normal, realmente no esperaba otra reacción, por lo que no le dió importancia.
Durante todo ese día se dedicó a completar un trabajo escolar para el siguiente día y luego le dió tiempo de ver unos capítulos de Él Increíble Mundo de Gumball comiendo snacks, faltaba poco para las vacaciones de verano así que se empezaba a sentir mas aliviado. Está de más decir que también se encontró a sí mismo sonriendo de vez en cuando por recordar lo que había pasado con el muchacho de hoyuelos.

Esa última semana transcurrió normal, sus amigos estaban un poco atrasados pero entregaron todo a tiempo, él por su parte, ya no tenía nada que entregar, se dedicó plenamente a hacer renegar a su profesores. Sí, Kai estaba consciente de que el director no lo expulsaría porque casi ninguna de las quejas de los profesores tenían verdadera fundamentación y porque su puntaje era el más alto en su año.
Soobin parecía hacer de cuenta que nada ocurrió, sin embargo, cada vez que llegaba a él con el ceño fruncido y una orden en la mano, Huening sentía la tensión de siempre, pero aumentada.
Por supuesto, no dejó de saludar y aparecer frente al pelinegro, el cual sólo lo ignoraba o lo miraba fijamente. Kai se sentía desnudo ante sus ojos y eso le encantaba.

"Cuarta vez en la semana que debo entregarle una notificación por su conducta, Huening. Busque un deporte honesto." Dijo Soobin apareciendo frente a él, que estaba en su casillero hablando con su compañero Jay. Kai podría contar con los dedos de las manos las veces que Soobin le saludaba antes de hablarle y le sobrarían dedos.

"Hola a usted también, hyung." Dijo Kai y terminó de explicar brevemente una cosa a su compañero, el cual luego de agradecer salió casi corriendo, no se sentía cómodo con el presidente mirándole tan fijamente, como si lo imaginara muriéndose.

"Dígame, ¿que necesita?" Sonrió Kai, porque sabía que estaba ahí para notificar su advertencia o castigo por decirle a su profesora de Psicología que el término Asperger era un insulto las personas autistas y explicarle el porqué, de buena manera, ella se puso necia diciendo que para ella no lo era y Kai le preguntó si era autista, a lo que la hipócrita y cínica mujer se ofendió y comenzó a decirle que era un maleducado y blah, blah, blah.

"Lo sabes perfectamente, ¿insultar a la profesora Bae usando la palabra 'autista'?" dijo Soobin con semblante molesto.

"No realmente, cualquier compañero puede atestiguar. Solamente corregí un término obsoleto. Me conoces, Soobin hyung." Dijo Kai de brazos cruzados, recostado sobre su casillero.
Soobin le tendió el papel de la advertencia y Kai lo tomó con el entrecejo fruncido. Pero se borró al ver que también sacaba el conocido folio con la hoja A4 que tenía por título 'Solicitud de apelación'. Sonrió hacia Soobin y este sólo le mostró una mueca de lado.

"Te conozco. Redactalo y ve con tus compañeros, que ocho testifiquen. Ya sabes, lo de siempre, la hoja con sus nombres y firmas sólo la verá el rector y luego la tendré yo así que..."

"Así que será anónimo para la profesora. Si hyung, muchas gracias." Huening sonrió inocente y le dió un beso en la mejilla al alto, corriendo luego a buscar a sus compañeros. Soobin sólo guardó silencio y sonrió levemente por su recompensa, hasta que sintió que era jalado con fuerza para cambiarlo de dirección. Era Na Mi, lo miraba con el ceño fruncido.

"Una explicación de porqué ese... espécimen te dió un beso Soobin, ahora." Exigió sin soltarle el brazo, sacudiendolo un poco luego de terminar su pregunta. Se veía bastante molesta.
Soobin no entendió del todo su reacción, pero le molestó que lo estuviera sacudiendo así, lo estaba lastimando. Se soltó de su agarre y la miró frunciendo el ceño.

"¿Qué te pasa? Que sé yo porque lo hizo, yo no lo mandé a hacerlo, no es nada grave tampoco."

"¡Ese maldito gay te beso! ¿Siquiera sabes dónde puso su boca antes o algo? Pudiste haberlo empujado o golpead-"