Capítulo 5.

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5.

Cuando acabó el video estaba en shock, no sabía que decir o como reaccionar, hasta que Liam trono los dedos cerca de mi oído.

- No es momento para que te pongas a llorar

- No iba a llorar, solo nose que decir - estaba muy nerviosa, hasta estaba temblando.

- Bueno pues deberías, le gritaste al más popular del colegio y rechazaste una salida al otro popular del colegio... Daniel te ha estado buscando, a venido aquí como tres veces a ver si ya llegaste - dijo Jessica - y Noah también...

- Pero hay buenas noticias, Noah pasa lenguaje la primera hora y su maestra ya llegó, así que de él ya no hay problema - ahora hablo Kevin

- Daniel está en física, por lo menos te salvarás en la primera hora pero en matemáticas ya no habrá escondite y solo Jessica y tú están en esa clase... Así que ella te cuidara - dijo Liam

- Si, no te preocupes, se karate - Explicó Jessica

Si se confundieron, no los culpo yo también no entendí muy bien, solo respondí:

- Okey, creo que comprendí

- Super - dijo Jessica con una sonrisa

- ¿Donde esta Saraí?

- Ah ella está vigilando la puerta - me respondió Kevin

- Bueno, voy por ella - Salí del laboratorio de química.

Y sip, ahí estaba Saraí, me acerque...

- Ya me explicaron todo

- Que bueno, hace rato volvió Daniel, pero le dije que todavía no habías llegado.

- Gracias - le di un abrazo. Todo esto era un lío, aunque ¿Qué es la vida sin unas pequeñas emociones?
En todo esto hay una lección, a la proxima que alguien te moleste, ignoralo y...

- ¡Ahí estas! - me asuste, era Daniel - Sabia que te estabas escondiendo - vino rápidamente hacia nosotras.

Mier... coles

Expectativa:  Entrar al laboratorio, cerrar la puerta con llave y esperar a que llegue el profesor.

Realidad:  No moverme y morir sin haber dado mi primer beso, y lo peor dejando un libro a la mitad.

Entre en pánico, no sabía que hacer. Así que hice algo, que no hago bien por si se lo preguntan, corrí lo más rapido que pude.

- ¡Alexandra! ¡Te mataré! ¡No corras, sabes que te atrapare! - lo ignore y seguí corriendo. Fui por las escaleras, para ver si podía hacer que se tropezara y cayera, pero la que tropezó fui yo.

Cuando un sentimiento cambia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora