Aura
Observo la ciudad por la gran ventana de mi habitación pensando en la propuesta de Iktan.
Puedo negarme y buscar otro empleo, nueva gente, nuevo jefe...mala idea. Mi ansiedad social no me permite pasar de dos frases con la gente y eso es lo que me tiene tan sorprendida.
Con él todo fluye, la conversación, el tiempo, mi risa. Todo se siente tan natural que me da miedo. No sé nada de él, ni de dónde viene o con que intenciones está aquí.
Sin embargo hay algo que me jala hacia él, es como si un hilo invisible me llevara hasta Iktan sin que yo pueda detenerlo. Es algo en su mirada, en su simple aroma. Dios, me escucho como una loca.
Me tiro en la cama y su camisa junto a mi almohada me trae su aroma hasta mi nariz. Mi piel se eriza y antes de detenerme a pensarlo la llevo hasta mi e inhalo tan profundo que me mareo.
Su perfume se cuela en cada rincón de mi cuerpo, me abrazo a la almohada y cierro los ojos un poco. El sueño me va ganando y entonces todo a mi alrededor se vuelve absolutamente nada.
Un cosquilleo en mis tobillos me obliga abrir los ojos despacio, sus manos suben por mis piernas acariciándome, sus labios húmedos besan mi piel y mi cuerpo comienza a despertar.
Sus ojos azules se clavan en los míos mientras sonríe de manera coqueta hacia mi. Un afilado colmillo sale de sus labios y mi cuerpo lejos de sentir miedo se muestra curioso ante la situación.
Sus labios suben un poco por mi pierna y la punta afilada toca mi piel mandándome corrientes frías por todo el cuerpo. Un gemido abandona mis labios cuando los suyos están cerca de mi ombligo, 1uizas más abajo, siento su respiración caliente haciendo estragos en mi.
Cierro los ojos cuando su lengua húmeda se pasea con descaro por la zona y mis manos se aferran a la sábana.
—Iktan...
—Mía, –murmura con esa voz extraña–, mía.
Abro los ojos y un enorme lobo se encuentra sobre mi, acechandome,
—Eres mía ahora, Aura Jäguer. –asegura antes de morder la cara interna de mi muslo.
Me levanto de golpe con el corazón latiendo desenfrenado y la frente llena de sudor. La camisa de Iktan está entre mis piernas y lo primero que hago es quitarla de encima de mí y arrojarla al cesto de ropa sucia.
Tengo que alejarme de ese hombre, tengo que alejarme de Iktan Malik.
Me levanto de la cama sintiendo calor y vergüenza, luego esa picazón en la piel aparece de nuevo, me giro hacia la ventana pero no hay nadie, sería ridículo que hubiese alguien ahí si estoy en el segundo piso. Aún así, los bellos de mi nuca se erizan.
Corro hasta la ducha y me deshago de la ropa del crimen cometido en mis sueños y me meto debajo del agua fría. No puedo seguir teniendo estos sueños que lejos de asustarme terminan por dejarme demasiado caliente, sobre todo porque son extremadamente extraños.
500
Escucho ruidos extraños en la parte de abajo de mi casa y obviamente me vuelvo a despertar asustada. Mis pensamientos viajan hasta la ridícula idea de que aquel lobo sensual de mis sueños esté aquí.
Bajo las escaleras con un bat de baseball y en modo de defensa. Las piernas me tiemblan sin que yo pueda evitarlo y es que tengo miedo de lo que hay abajo que...no puede ser.
Mi madre está en la cocina con bolsas y bolsas de comida, cuando me ve grita y yo me sobresalto con su acción.
—¡Mamá!
—Aura por dios, ¿Qué carajos haces con eso?
—Creí que...un ladrón había entrado a la casa. –respondo mintiendo porque no iba a decirle que pensé que era un lobo sexy.
Tendré que ir al psiquiatra si sigo así.
—Un ladrón, he venido porque si no lo hago yo no me visitas tú. Ya sé que estás muy ocupada pero una vista cada quince días no estaría mal. Por cierto, ¿no tendrías que estar trabajando ya?
Ay no, es verdad.
—Mi jefe me pidió verlo a las nueve, aún tengo tiempo.
—Oh ya entiendo, ¿por eso estás con esa ropa? ¿Ibas a bañarte ya?
No, en realidad esto fue lo primero 1ue me puse después de bañarme con agua fría en la madrugada por solar cosas calientes con Iktan y un lobo.
—Sí, eso es justamente lo que estaba a punto de hacer antes de que me dieras el susto de mi vida.
—Lo siento cariño, ve a bañarte, te prepararé algo para que lleves al trabajo.
—¿Podrías preparar dos almuerzos? Me quedaré hasta tarde.
—De acuerdo, ahora sube.
Vuelvo a mi habitación y dejo mi arma en su lugar, tomo mi ropa y voy directo al baño.
No tengo el valor suficiente para decirle a mi madre que me han despedido del mejor trabajo que había tenido en la vida solo por quedarme dormida en la cama de un desconocido.
Puede que me arrepienta de esto después pero, no me queda otra opción y menos con mi mamá aquí. Ella es tan inteligente que cualquier paso en falso hará que mi mentira caiga mucho más rápido de lo que deseo.
***
—Pero mira nada más que bella eres mi vida. Ese color azul te queda de maravilla aunque yo hubiese preferido una blusa blanca.
—Lo tomaré en cuenta la próxima vez.
Mi madre sonríe complacida y me entrega mi almuerzo, su sonrisa y su visita guardan segundas intenciones, lo sé.
—Cariño, ¿cuándo vas a presentarnos a tu novio?
—Cuando tenga uno, mamá. –señalo con obviedad.
—Aura, la vida es tan corta como para vivirla sola.
—Y el tiempo se me está yendo, tengo que llegar a tiempo porque mi jefe odia la impuntualidad. Gracias por todo mami, te amo.
Dejo un beso sonoro en su mejilla y tomo mis cosas evitando que nuevamente me hable de que el apellido Jäguer se morirá si no tengo hijos pronto.
Ni siquiera tengo novio, mucho menos hijos y al paso que voy, moriré sola y posiblemente sin empleo. Solo espero que Iktan no haya contratado asistente nueva ya porque entonces habré perdido mi oportunidad.
Salgo con dirección a la empresa de Iktan rezando para no encontrarme con el afuera, así si me arrepiento solo puedo correr.
—¿Aura? –me llaman desde un hermoso coche y yo murmuro un par de groserías.
Iktan conduce un hermoso carro negro, lujoso y costoso a simple vista, odio las casualidades.
—Iktan, buenos días. ¿Qué haces por acá?
—Yo vengo a trabajar, ¿Tú que haces por acá?
—Bueno, también vengo a trabajar. –señalo.
—¿Puedo saber con quién? –cuestiona un poco desanimado.
—Con Iktan Malik, dueño de media ciudad. –confieso y lo veo sonreír de la misma manera en la que me sonrió en el sueño.
Dios, ayúdame a no caer en la locura.
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El Oscuro Secreto Del Alfa.
WerewolfÉl se enamoró de ella desde las sombras, ahí donde nadie podía ser testigo de su verdadera forma. Cuando le salvó la vida a ella, la suya cambió por completo. Ni los dioses sabían que dentro de todo ese amor que él sentía por ella, un oscuro secreto...