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Dos años, dos largos años sin aquella sonrisa tan coqueta y llena de inocencia a la vez, dos años sin el delicioso aroma a fresas y arándanos, dos años sin taehyung...

Los ojitos mieles que tanto amo ya no estaban con él por las mañanas, los deliciosos besos que tanto deseó ya no volverían a ser suyos.

Taehyung ya no era suyo.

Mi Omega...

Estuvo con taehyung en muchos momentos importantes en este tiempo, vio como se hacía cambios de look, cómo salió con amigos a fiestas y como se hizo mejor amigo de un tal soobin, aunque su corazón se destrozó cuando lo vió ir a su primera cita.

A la segunda, la tercera, la cuarta...

Dolía, pero taehyung se veía tan feliz cuando iba de compras, comía helados e iba a cafés a leer libros.

Él por su parte, su arte se volvió todo un éxito y gracias al impacto que se dió, logro abrir sus galerías. Viajo tanto como quiso y de pronto se sintió feliz con lo que tenía, sus sueños logrados y corazón sanado eran grandiosos.

Solo faltaba la pieza más importante del rompecabezas para que el pudiera ser plenamente feliz.

Ahora; que su cachorro corría hacia él se quedó en shock, pensó que no le había gustado el regalo ya que cuando lo recibió sus ojitos parecían ser indiferentes al amor con el que envío todo.

—¿Cachorro...?

El lobito blanco se lanzó a él haciendo que cayeran al piso y se empezó a restregar en su pecho con insistencia mientras soltaba pequeños chillidos lastimeros.

El hermoso, ahora peli azul se dejó ver por fin, y yoongi sintió que un paro cardíaco estaba por darle al tener de nuevo el rostro que tanto extraño junto a él, sus cuerpo sobre el suyo se sentía tan cálido y nada extraño.

— bebé, yo...

—No me buscaste, pasaron dos años y no estuviste.— reclamo mientras lágrimas empezaron a caer —  ¿Tienes idea de cuánto te extrañe?

— lo siento — estuvo, pero no a su lado, no quería intervenir si su Omega estaba haciendo un esfuerzo para rehacer su vida, no quiera quien para quitar la oportunidad de su cachorro de ser feliz al lado de alguien más.— también te extrañe...

Taehyung en ese momento ya no se contuvo y lloro mientras veía los ojos ajenos los ojos obscuros que tanto ama por fin estaban frente a los suyos, el alfa al que más ama en esta tierra por fin estaba con él.

— ¡Cielos,Cachorro!—yoongi rápidamente intento taparlo con la bata al ver la pequeña pijama ajena y que alguien pasaba.

—¿Qué? No te he visto en dos años y lo que te preocupa es que alguien me vea.— puchero aún con los ojitos acuosos y las mejillas y nariz rojas.

— vamos— ignoro totalmente el reclamo y levantó a su peli azul junto a él, lo tomo delicadamente.

La corriente eléctrica que ambos sintieron no pasó desapercibida, ambos lobos estaban por fin felices y mostrando sus pancitas para recibir cariños del otro.

Llegaron a una casa desconocida para taehyung, era el lugar que yoongi estaba alquilando. Se quedaría unos días y luego volvería a su casa en los angeles.

—¿Es tu casa?— indagó mientras veía el lugar, taehyung estaba emocionado porque si su alfa vivía en ese agradable lugar eso quiere decir que planea quedarse.
Nada lo hace más feliz que pensar que su hyung al fin se quedará junto a él.

— Por dos semanas es mía, luego... Tengo que volver a los angeles para trabajar.— eso lo hizo tensarse de inmediato, no se quedaría.

— entonces tú...— yoongi intento acercarse pero cada intento era inútil si el Omega se alejaba cada vez más.

— no hagas eso — su tono de voz era serio, no estaba de broma — por favor no lo sigas haciendo— por más alterado que estaba jamás gritaría a taehyung.

—¿Qué?

— Me molesta que retrocedas cuando me acerco, pase dos años sin ti, en serio necesito abrazarte.

Cuando volvió a acercarse el Omega lo esquivo e intento abrir la puerta lo más rápido que pudo, no lo logro puesto que el alfa la cerró de inmediato y lo acorraló.

—¿Que pasa?— susurro mientras se acercaba al dulce rostro que solo mostraba decepción y enojo.

— Me quiero ir, no quiero verte.— yoongi preocupado lo tomo de las mejillas, alborotando al lobito del contrario

—¿Por qué? Ya no estás feliz de verme ¿Es eso?— acaricio con su dedo pulgar sintiendo húmedo gracias a las recientes lágrimas— no llores, solo dime qué pasa y podemos solucion-

— No te quiero cerca de mi si te vas a ir de nuevo, no debiste aparecer si no tenías planeado quedarte conmigo, ¡¿Tienes idea de lo mucho que deseé verte de nuevo?! ¡No es justo que ahora vengas, me vayas a tratar lindo y luego te alejes y me vuelvas a dejar solo!

Pero eso no era lo min yoongi quería, regreso a ese omegita que su alfa reconoce como suyo para no dejarlo escapar nunca más, lucharia por taehyung ahora, quería ser digno de llamar a ese Omega suyo.

Aunque hablar resultaba imposible con el más pequeño hablando y llorando de lo mucho que lo odia ahora —¡Cachorro!— ahora sí alzo un poco la voz para llamar su atención.

—eres un tonto,tonto, tonto ,alfa tonto que no entiende que al único que amo es a ti. —Golpeaba levemente su pecho.

— escuchame, ¡No me alejare de ti de nuevo! No lo voy a hacer, regresaré a los angeles por asuntos del trabajo pero, quiero que vengas conmigo, solo serán unos días y luego... Luego ya veremos.

—yo...

— piénsalo, cachorro no es necesario que respondas ahora, si tú quieres puedes venir pero si no, no tengas duda que lo primero que haré al terminar mi trabajo será venir a buscarte.

Taehyung estaba a unos pocos centímetros del rostro de su hyung, tan cerca como para dar un pequeño movimiento y unir sus labios como tanto ha extrañado cada día.

—¿Me puedo quedar? S-solo hoy...— ¡¿Por qué salió eso?! ¡¿Por qué tartamudeo?!

El alfa asintió mientras sonreía dulcemente y dió paso libre al Omega, taehyung seguía siendo el mismo, había tenía muchos cambios pero todos tenemos que cambiar, su rostro ahora se veía más relajado pero seguía arrugando el entrecejo inconscientemente.

Seguía lamiendo sus labios y mordiendolos "discretamente" cuando veía fijamente los suyos, sus ojitos aún brillaban como antes, incluso ahora con más felicidad.

Taehyung era tan cómodo, cuándo él estaba a su lado nada parecía ser solitario y mucho menos fúnebre, todo era tan cálido y especial.

— diferente...— susurro para si mismo una vez el más bajo ya se había ido a sentar a un sofá de la sala.

No cabe duda que taehyung tenía a sus pies y comiendo de la palma de su mano a ese alfa.

La noche sería divertida, por fin.




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