pasaron exactamente una semana y un día después de aquella corta conversación entre chan y seungmin en el café y la relación entre ellos se fortaleció medianamente. no eran los más cercanos del mundo, pero poco a poco iban confiando en el otro sin ningún problema gracias a su estable comunicación en la trayectoria de esos días y aquello era un avance bastante bueno.
chan estaba sentado en su escritorio trabajando en su laptop, hasta que escuchó golpes en la puerta. se levantó de la mesa para abrir y ver de quien se trataba, y no era ni más ni menos que seungmin. los ojos de chan se iluminaron de felicidad al encontrarse con su vecino, sonriendo de forma inevitable.
—hola hyung, ¿puedo pasar? —preguntó seungmin, un poco tímido.
—¡pero claro! —chan le dio espacio al menor, dándole total acceso a su habitación. cuando seungmin entró, chan procedió a hacerle una interrogación—¿qué te trae por aquí? ¿estás bien?
—lo estoy, gracias por preguntar. es solo que quería hablar contigo sobre lo del sábado pasado, cuando me preguntaste sobre... changbin.
—...¿estás seguro de que no es difícil para ti hablar sobre eso? —chan arqueó las cejas, sintiéndose algo preocupado.
—no, está bien. —seungmin se dirigió a la cama ajena y se sentó en la orilla de esta, palmeando a su lado para que chan se sentara con él. el mayor entendió perfectamente la indirecta y se acomodó junto a seungmin, dándole toda su atención—changbin fue mi novio durante cinco años, cuando cumplí los diecisiete me fui a vivir con él a un departamento. cuatro años después, me pidió terminar, pues detestaba verme deprimido todos los días y tomar pastillas todo el tiempo. de hecho, las pastillas que me devolviste el otro día son esas mismas.
—entonces, eso significa que te medicas muy seguido. ¿para qué son esas pastillas?
—son antidepresivos, se supone que tienen que curar mi depresión.
chan se quedó en silencio. no se esperaba para nada aquella confesión, nunca se imaginó que seungmin tuviera esa enfermedad y a pesar de que se podía asimilar por sus acciones nunca lo sospechó.
—ah, no tenía idea... lo siento mucho. ¿por qué la desarrollaste? dímelo solamente si lo deseas, si no quieres no lo hagas ¿sí?
—tranquilo, quiero decírtelo. —seungmin hizo una pausa, suspirando—cuando estaba en la secundaria había un chico que me gustaba, se llamaba hyunjin. un día él me invitó a su casa y me confesó sus sentimientos, y dos días después... se suicidó.
chan arqueó las cejas, acercándose a seungmin y envolviéndolo en un fuerte abrazo. seungmin sin poder soportarlo más comenzó a derramar todas sus lágrimas, correspondiendo al abrazo de chan y aferrándose a su espalda con debilidad. nunca pensó que llegaría el día en el que le contaría a alguien ese horrible recuerdo, pero ahora que lo había hecho sentía que se había quitado un enorme peso de encima. tal vez era porque, sin saberlo, necesitaba decírselo a alguien y finalmente lo había hecho.
—...ya no recuerdo cómo era su rostro... pero para mí, era la persona más hermosa del mundo. nunca supe porqué lo hizo, jamás me contó alguna cosa que lo entristeciera, siempre se mostraba alegre pero nadie sabía que por dentro él no se sentía bien. —dijo seungmin, entre el llanto. se tomó una pausa, para después continuar hablando—yo no supe que hacer ni como reaccionar cuando vi su cuerpo colgado, tampoco tuve la valentía de ir a su funeral; no quería volver a verlo en ese estado. no supe como manejar mi tristeza y dejé que se apoderara de mi vida, ¿qué podía hacer? era solo un niño de catorce.
—te dejaste llevar por tus sentimientos, no supiste como calmar tu dolor y eso es lo que te llevó a la depresión. no permitas que la tristeza te siga consumiendo, seungmin... —chan levantó cuidadosamente el rostro del menor, limpiando sus lágrimas con sus pulgares—¿nunca fuiste a terapia?
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el chico de al lado [ chanmin ] [ ✓ ]
Fanfictionseungmin es un joven con depresión y las cosas empeoran cuando termina con su novio. como los dos compartían el mismo departamento y la misma habitación, seungmin opta por empacar sus cosas y buscarse otro lugar en donde vivir. pensaba que su vida e...