¡Que la fiesta comience!

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Carrie guardó el medallón de Damian en su cajón para evitar preguntas de Peyton, abrió su gigante armario y tomó una camiseta vintage marrón de una bailarina y se la colocó, encima de esta se puso su tutú y comenzó a bailar por toda la habitación, ponía sus pies en punta y daba giros perfectos, elaboró un grand jete y al darse cuenta, miró tras su hombro y observó a Damian, no sintió cuando llegó, él observaba como si estuviese hiptonizado su rutina, en cuanto se dió cuenta de que Carrie lo miraba se desvaneció.


11:31 AM. 29 Minutos para la fiesta.


George llegó e inmediatamente fue a la habitación de Carrie, la cargó lleno de emoción y le dió uno que otro beso en la frente Carrie sonrió, pero esa pícara sonrisa se desvaneció en cuanto su padre la bajó.


-¿Por qué Alessandra me envía un regalo?- George se paralizó y tragó saliva...


-Bueno... no es que tenga que ver conmigo o tu madre... es simplemente que le agradas.


-Ni tu mismo te lo crees- dijo la pequeña- ¡No quiero sus regalos!- le entregó la camisa que Alessandra le había dado y se encerró en su habitación.


George lleno de rabia volteó a ver a Peyton, ella sonriente decoraba unos cupcakes.


-¡Oye! ¡Ya no eres el héroe!- dijo sonriento y continuó.


-¡¿Qué le dijiste?!- Peyton se detuvo y se apoyó en la mesa.


-¡No le dije nada!, Tu pequeña zorra tuvo la gracia de enviar una nota, si logras sacarla de la basura y rearmar los pedazos puedes leerla- Tomó la manga pastelera y continuó decorando.


-¡Deja de meterle cosas en la cabeza!- Peyton indignada soltó la manga y se acercó a él.


-¡Tiene diez años! Ella sola se da cuenta de lo que sucede, ¡ella te ha visto golpearme y te vió teniendo sexo con ella!- George se paralizó y miró al suelo paranóico- Oh ¿No lo sabías? ¿Como crees que me enteré? ¡Ella te vio!


George estaba tan perdido en su romance que ni siquiera se dió cuenta que su pequeñita había dejado de verlo como su héroe, que todo intento por recuperar ese respeto fue fallido, pues Carrie no podía sentirse más decepcionada de su padre.


-Así que todo este tiempo...


-¡Sí George, todo este tiempo lo ha sabido! ¿Sabías que ella le escribió una carta, prometiéndole que yo un día no estaría y ustedes tres vivirían juntos en una ''casa cerca del mar''? ¡¿Lo sabías?!


-¡DEJA DE GRITARME! ¡Yo no quería esto!


-OH CLARO, ¡¿Y quieres que crea que no quisiste esto por cinco años?! ¡Cinco años George! ¡Le arruinaste a tu hija cinco años de su vida!


-¡QUE NO ME GRITES!- La tomó de su coleta de caballo y la arrastró a la habitación, donde le dió una cachetada hasta hacerla callar. Se acercó delicadamente hacia su oído y le susurró- Escúchame cariño, luego de el cumpleaños de Carrie nos mudaremos, lejos de aquí, buscaremos un cambio y una mejor vida, y no dejaré de mimarte hasta que puedas volver a mirarme a los ojos, ¿De acuerdo?

Mi amiga la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora