El incendio

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Peyton bajó las escaleras dejando sus pequeños tacones en el piso 6, miraba hacia atrás en cada oportunidad que tenía, se imaginaba a su amado esposo y a su inocente bebita ardiendo en las llamas, sentía ganas de volver y buscarlos, temía morir en el intento y dejar sola a Carrie, y nada separa a Peyton de su hija, la amaba mas de lo que se amaba a si misma; Peyton salió del  edificio y escuchó el chillido de Alessandra:
-¡¿Donde está George?!
-¡Cierra tu maldita boca!- gritó la desesperada madre.
    
                                                                      *******†*******

Carrie dormía placidamemte, despertó al sentir el olor a quemado y supuso que su madre cocinaba, tomó a su osito en sus brazos y caminó hacia el cuarto de sus padres, se asomó con lentitud pensando que su padre estaría aún dormido, pero al ver que no estaba ahí corrió hasta la cocina, puso a su osito en el sofá y se sentó en la silla del comedor. Veía hacia la cocina y notó que la hornilla no estaba encendida, ni el horno, ni el microondas, su madre nisiquiera estaba ahí; se levantó y caminó hacia la cocina, confundida.

-¿Mamá?- murmuró la pequeña.

El olor a quemado se hacía cada vez mas presente, Carrie cogió a su osito y abrió la puerta de la sala, encontrándose con llamaradas de fuego y humo que en un cuarto de segundo entraron y empezaron a quemar todo a su paso, la pequeña inocente gritó por su madre, mientras el fuego comenzo a devorar los muebles. Carrie corrió hacia su cuarto y se encerró en el armario, temiendo por su vida, temiendo por el paradero de sus padres, pensaba que la habían dejado sola, o peor, que habían muerto...Se arriesgó a abrir la puerta del closet donde estaba.

-¡MAMÁ!- Gritó asustada. Pero alcanzó a ver el calendario guindado en el pasillo, ubicado en el mes de Febrero, y marcado en rojo estaba la fecha de aquel día, decía en mayúsculas: JUNTA DE VECINOS 8: 00 AM; y la pequeña se alivió al saber que sus padres estaban bien, pero eso no calmaba el hecho de que estuviesen tan lejos de ella.

Las llamas no tardaron mucho en consumir el marco de la puerta de Carrie, la niña sobresaltada cerró el closet, abrazó fuertemente a su osito y comenzó a llorar. Las llamas se corrieron por las cortinas y no tardaron en desplazarse por la cama y quemar sus sábanas; Carrie comenzó a gritar a todo pulmón, rogando por que su padre viniera y la rescatara.

(***)

George corría entre las llamas, sus mangas se prendían fuego y sus brazos se empezaron a mostrar, logró llegar a las escaleras, donde ahí el fuego se hacía mas grande, su perfecto rostro se había cubierto de cenizas ardientes, pero George seguía corriendo, nada lo dentendría de buscar a su pequeña.

Mientras tanto, Peyton se desesperaba, lloraba, gritaba, los vecinos no sabían como calmarla, Alessandra la miraba, pero no podía quitarle la vista de encima al edificio, temiendo por la vida de su precioso inquilino favorito. Se escucho la aliviante sirena de bomberos, dos camiones rellenos de hombres en uniforme amarillo se estacionaron con rapidez y bajaron todos los instrumentos; Alessandra corrió hacia una mujer uniformada.

-¡Tienen que entrar! ¡Hay un hombre atrapado en el piso 14!

La mayoría de los bomberos entraron mientras otros se quedaban ayudando con la manguera y la escalera para que otros entraran por la ventana. La misma mujer uniformada caminó hacia Peyton y puso su mano en su hombro.

-¿Señora, está todo bien?

-¡Mi esposo y mi hija de 5 años están en el piso 14! ¡Por favor ayúdenlos!-Peyton lloraba desesperada- ¡Por favor!

-Señora, los bomberos estan adentro y tienen entendido el paradero de su familia, solo necesito que sea paciente y que espere, ¿Esta usted herida?- Dijo la oficial en un tono tranquilizador, pero Peyton no respondió, solo se fijaba en el edificio que ahora se veía en un gran problema. Se veía peor que antes, se podia observar claramente las llamas saliendo de las ventanas.

George llegó al apartamento 397, por fin, pero no tenía fuerzas para continuar, su fornicado cuerpo ardía y sus pulmones no podían dar para más, estaba muriendo; puso su mano en la quemada madera y tosió, tosió y tosió y entonces, cayó al suelo. La pequeña Carrie estaba muriendo pero de miedo, en su closet, el humo comenzó a entrar y sin poder evitarlo, la niña comenzó a inhalarlo, a toser, y a llorar de nuevo. La madera se tornó caliente, Carrie no quería que ese fuese su fin, y en un triste intento gritó débilmente por su madre, los órganos de la pequeña comenzaron a fallar, le costaba respirar, su piel comenzo a arder y de repente...el tiempo se paralizó. El closet se abrió tranquilamente y una voz masculina le habló a la niña.

-Ehm, ¿Hola? ¿Eres Carrie Belle T.?- La voz era jóven y relajada. Carrie estaba en shock y no levantó la mirada pero asintió con la cabeza- Ah bien, ¿como estás? En una horrible situación por lo que parece, Bueno, esto no será fácil pero, es momento de que vengas conmigo...Será un camino corto, no te preocupes, ¿Quieres un helado?- Carrie, confusa, preguntó con sus dientes castañeando.

-¿T-tu vienes a salvarme?- La voz tragó saliva.

-Ehm...Bueno en realidad debes pasar a..otro lugar...

-¿Q-quien eres-s?

-Ah tengo muchos nombres jeje...Ehm, perdona hago que parezca divertido...Bueno querida muñeca soy nada mas y nada menos que...La puerta de salida, el recomienzo, el final, la muerte, bla bla bla. No te preocupes- Carrie levantó la mirada, con dificultad; Vió a un jóven con la una capucha gris, la cual le cubría la cara. La persona, quizá se asombró, dió unos pasos hacia atrás algo nervioso- No, no puede ser cierto, ella no...-murmuró el jóven -Carrie Belle T. ¿Puedes verme?- le preguntó a la pequeña. Carrie asintió con la cabeza, y el chico se estremeció, se cubrió la cara, a lo lejos se escuchó el sonido de el extintor apagándo el fuego, y de los pasos apresurados de quienes corrían a su rescate, el jóven continuó:- Entonces...oh Santo Satán esto nunca había ocurrido...Debí escucharlo...Lo-lo lamento esto--No puedes venir conmigo...Yo--adiós- Y en cuarto de segundo el joven desapareció en las llamas. Los bomberos entraron a la habitación de la pequeña y se quedaron atónitos al ver que Carrie estaba en llamas, pero no se consumía, ni mostraba nigún signo de dolor; uno de ellos se presinó y encendió el extintor en la niña, Carrie tosió un poco y el fuego se apagó, con miedo, uno de ellos la cargó en sus brazos y corrieron a la salida.

Mi amiga la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora