𝐋𝐎𝐕𝐄 | 𝐑𝐊

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"Jane arrivó al lugar quince minutos antes de la hora acordada. Aquel sucio y desgastado granero se convirtió en su lugar favorito en el mundo.

Se sentó, con algo de incomodidad, en el frío suelo bajo sus pies. Sólo la luz de la luna iluminaba la estancia y únicamente el sonido de los grillos retumbaba en las paredes. Su corazón se aceleró, nervioso.

Hoy era el día. Hoy le diría al hombre que amaba que huyeran, hoy le propondría irse lo más lejos posible de aquella corrupta sociedad para poder ser felices finalmente. No importaba lo que dijeran sus padres, la diferencia de clases o el supuesto decoro. Ser feliz sería mucho más importante que el estatus que la sociedad les imponía a ambos.

De repente, la puerta se abrió con un suave chirrido y William ingresó a la estancia. Sin embargo, su expresión no auguraba nada bueno.

– ¿Sucedió algo? –preguntó la mujer mientras se levantaba y caminaba hasta estar frente a él.

– A partir de ahora, no nos reuniremos más –anunció simplemente, con voz fría, asustando a Jane.

– ¿De qué hablas? ¿Por qué...?

– Emily tiene en su vientre mi descendencia. Lo correcto es que contraigamos matrimonio lo más pronto posible.

– Pero dijiste que no la amabas, ¿cómo...?

– Es lo que mi familia espera de mí, llevo postergando este matrimonio por mucho tiempo debido a los sentimientos por ti que nacieron en mi corazón. Pero es momento de que comprendamos de una vez por todas que lo nuestro es imposible. Eres plebeya, hija de un ex esclavo, yo soy parte de la nobleza, hay cosas que simplemente no están destinadas a ser...

–¡No! No continúes, por favor. Lo nuestro sí está destinado a ser, nos amamos, sólo tenemos que huir, sólo...

William posó sus labios por un segundo en su frente.

– Lo siento, no puedo perder por amor todo lo que he cosechado hasta ahora. Sé feliz.

Dicho aquello, se encaminó rápidamente hacia la puerta, sin importarle que Jane se desmoronase de la tristeza ahí mismo.

– No, me dejes, por favor no..."

Cerré aquel libro con fuerza mientras sentía mi respiración irregular.

Había tomado un libro de romance de la biblioteca ayer. Pero la historia que contenía plasmaba mis peores inseguridades, como si se tratase de una broma cruel. Había empezado como una simpática historia de la época victoriana en la que dos personas estaban dispuestas a romper con las jerarquías establecidas por la sociedad para luchar por el amor que se tenían y poder estar juntos. Sin embargo el final era aquél, ambos volviendo a la realidad en la que no podían están juntos porque la sociedad los había consumido y el matrimonio de uno de los protagonistas resultaba ser mucho más importante al final. Claramente a la historia le faltaban un par de capítulos, pero no era difícil adivinar lo que sucedería.