Parte 1

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Parte 1

Un día normal, un día más que está por terminar, ¿en que se basa el día de un adolescente de diecisiete años? Se basa en la escuela, en el estudio. Todo lo demás está dentro, pero la base es eso.

Con diecisiete años, solo me levanto de mi cama por la obligación de tener que asistir a la escuela, de otra manera mi vida se basaría en otra cosa. En ello se basa, dentro están las relaciones sociales, conocidos, compañeros y amigos. Esto último, no los tengo en realidad. No quiere decir que sea malo relacionándome con las personas, tengo muchos conocidos, muchos compañeros, no es difícil para mí entablar una charla o encontrar temas de conversación. Tengo la sonrisa fácil en los labios, amistosa y simpática, tengo la simpleza de llevarme bien con todos.

Solo llevarme bien, hasta ahí llega toda relación social. No es nada personal, solo no creo en las amistades, no digo que no existan, solo no me he cruzado con la persona que me haga sentir la confianza necesaria. Escucho a muchos compañeros y sus problemas, trato de aconsejar si puedo, intento consolar cuando no hay más que hacer. Jamás me escucharan a mi hablando de mis problemas, no digo que los tenga, tampoco que no. Solo no soy del estilo dramático, no quiero que otras personas sepan de mí más allá de lo que es aceptable, por algo se le llama: "vida personal".

Mi vida en la escuela, con mis compañeros es un mundo y mi vida en casa con mi familia es otro, no quiero que se mezclen y uno no tiene porque saber del otro. No van compañeros a casa, no los invito, no me interesa. Sin embargo, he ido a casa de algunos, me juntos con varios a jugar algún deporte, por algún trabajo, o solo por salir. Tengo una vida social, solo no tengo relaciones profunda o estrechas



Por otro lado, mis relaciones amorosas, he tenido una novia a los quince, a los quince también terminamos, cuando ella me encontró besándome con su hermano. No sucedió nada con el hermano, él tenía veinte y yo solo era el adolescente que, como él decía, "estaba caliente". Besos, manoseo, no paso de mutuas masturbaciones, dejo de buscarme cuando no quise ir más allá, a pesar de que su hermana me odiaba, creo que aún me odia, no me importa, yo pedí disculpas. Tampoco me importa o dolió que su hermano haya dejado de buscarme, para mí él solo fue la puerta a mi sexualidad, a vencer mis miedos, quien rompió el candado a lo que llamaba "tabú".

Después de él, todo tuvo tanto sentido, por ello jamás mire los pechos de las chicas cuando comenzaban a desarrollar, no me entusiasmaron las finas cinturas y grandes caderas. También, entendí porque no quería sentir los pechos en mi rostro como muchos de mis compañeros, porque no quería tomar entre mis manos el trasero de quien fue mi novia cuando la besaba, porque realmente no tenía deseo de besarla. Tuvo sentido que a los doce años me pareciera tan hermoso aquel chico que cruce por la calle al ir a comprar. O que a los trece, el hermano mayor de uno de mis compañeros haga latir con fuerza mi corazón, cuando apareció por la casa caminando en bóxer despreocupadamente. Todo cobro sentido, por lo que no me importaba que el chico de veinte años se aburriera de andar a los besos y manos conmigo, yo tenía las puertas de un nuevo mundo abiertas.

No tengo una vida impresionante, no tengo problemas que hagan difíciles mis días, no tengo problemas en mi personalidad, no mucho más que cualquier otro chico de diecisiete años.

Sin embargo, tengo este leve sentimiento de soledad. El sentimiento de soledad, no es grande, no siempre está, no dramatizo sobre él, pero cada día, cuando regreso de la escuela, cuando bajo del autobús, cuando camino las cuadras para llegar a casa, allí llega la conocida soledad. Un sentimiento tranquilo y triste que me deja caminado a memoria, son alrededor de quince cuadras, caminadas a un paso lento, pero constante, un paso desganado y sin entusiasmo.

Tarda una buena cantidad de minutos recorrerla y en esos minutos yo, mi mente y soledad nos complementamos en este camino por una línea de rutinario pensamiento, sin ver realmente alrededor, sin notar personas o detalles.

O bueno, no todas, solo las típicas personas y detalles, cosas que ocurren todos los días en el camino. Como el anciano, que cada mañana cuando paso esta con su perro, igual de viejo. El mismo anciano, con el perro y una señora que parece de la misma edad, están cada tarde sentados fuera en sillas y una pequeña mesa merendando debajo de la sombra que da un enorme árbol fuera de su casa.

Más adelante, en el camino, la tienda de mascotas y plantas que abre cada mañana, parece ser familiar. Una familia pequeña y nueva, un hombre joven la abre sacando fuera plantas y sentada o caminando siempre esta su joven mujer cargando un bebe. Cada mañana los saludo.

El puesto de diarios, está en la parada de autobuses, solo abierto en las mañanas. El hombre con traje de enfermero esperando el autobús. También, el hombre obeso, parado fuera de la tienda de motocicletas, no sé si es el dueño o un empleado, pero cada mañana mira con orgullo cada motocicleta exhibida.

Cuando regreso, en la tarde esta esa chica, caminando hacia la parada cuando yo regreso, la chica rara que siempre tiene un color de cabello diferente, lo tiene corto y no siempre la veo, rara vez la veo dos veces seguidos con el mismo color.

Otra persona que veo seguido, es un chico en skate. Algunas veces, en la mañana lo veo mientras camino, el pasa de largo yendo mucho más rápido con el skate, en ocasiones lo encuentro en la parada de autobús. Una que otra vez, llega a la parada después de mí, no muchas veces lo he visto cuando regreso, no siempre va en skate, sobre todo cuando lo veo de regreso, va caminando; es curioso porque en esas ocasiones siempre va por delante de mí.

El punto al que yo, mi mente y soledad quiere llegar es que este chico, es más extraño que la chica de cabellos de colores. Este chico, no tiene colores, literalmente, es blanco y negro, en esos tonos. Sus ropas son negras, su cabello es negro y algo crecido, su piel es bastante blanca, hasta su skate es negro... ¿Por qué?

No digo que yo sea la persona más alegre y colorida del planeta, pero este chico... no hay color alguno en su vestimenta. Siempre que lo veo lleva audífono y lo único de color en su vestimenta es esta su mochila, tiene esos botones con personajes de anime, tiene mucho de ellos, parece ser otaku... creo que así se les llamaba.

Una vez, lo tuve lo suficiente cerca como para ver los personajes, quise encontrar uno conocido para mí, de algún anime que haya visto, pero ninguno se me hizo familiar. Más de una vez, me pregunte qué música escucha, como será su voz. No lo voy a negar, es intrigante, el chico me llena de curiosidad, no puedo evitar mirarlo cada vez que lo cruzo, no directamente, pero con disimulo.

Desde hace algunos años lo veo, al comienzo no le prestaba gran atención, aunque no lo cruzaba seguido. Solo sé que en algunas ocasiones, en años anteriores, viajamos en el mismo autobús, en una de ellas el autobús estaba tan lleno que estuve lo suficiente cerca de su rostro como para observar un brote de acné en una de sus mejillas.

¿Qué adolescente no tiene problemas de acné? Yo los tengo, no a ese nivel en el que lo vi aquel día, pero siempre uno hay. En este momento hay dos en mi rostro, uno en mi frente, otro en mi barbilla, realmente son odiosos. Es despertar cada mañana, para encontrar uno nuevo, al cual darle la bienvenida a tu rostro, otro a medio crecer al que le dices "buenos días", y otro al cual finalmente le dices "adiós".

Volviendo al tema inicial, he empezado a prestarle atención a este chico, lo he observado, porque soy curioso y el chico llama a esa curiosidad. No sé mucho de él, no más de lo que se ve, lo que ya he dicho. En cuando a su edad, siempre he creído que debe tener un años menos que yo, porque cuando tenía dieciséis, él se veía como un chico de quince y ahora que tengo diecisiete, él se ve como un chico de dieciséis. No lo sé, solo lo miro y se ve así.

A una cuadra de mi casa, miro hacia atrás antes de cruzar la calle y lo veo, va en su skate, con sus audífonos, con sus ropas negras, con sus mochilas y botones de anime, con su cabello negro algo largo, con el rostro serio, no distingo si tiene acné. Después de cruzar la calle, lo veo pasar a un lado con el skate, termino mirando su espalda, estoy acostumbrado a mirarla.

Llegar a mi casa es finalizar el día, solo para que en una poca cantidad horas deba comenzar uno nuevo.


Continuara...


Les comento, esta es la primera historia de una saga que llame "El chico".

1-El chico de negro(con 6 partes/SiriusXSeverus;adolescentes).

2-El chico detrás de los libros(SiriusXSeverus; adultos).

3_El chico de la falda(HarryXDraco; adultos).


Como vera, esta primera es muy corta. Espero que hayan distinguido quien es quien de los dos chicos, porque esta primera parte no tiene nombres, ya que es narrada por uno de ellos y en la siguiente parte (El chico detrás de los libros), lo verán.


Espero que disfruten de esta historia tanto como yo, cuando la escribí hace unos años y ahora adaptándolo a estas parejas.


¡Gracias por leer!

El chico de negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora