Parte 3

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Parte 3

Amor a primera vista... ¿existe eso?

Yo no lo sé, no sé si de verdad una persona se puede enamorar de otra con solo con verlo, ¿qué amaría? ¿Su belleza exterior? ¿Y si en el interior es una horrible persona? ¿Y que tiene o no tiene que tener una persona en su interior para ser "bella"?

Todo se trata de gustos y disgustos. Entonces, no puedo decir que existe el amor a primera vista, no un amor completo, pero parcial... ¿no? Muchas personas aseguran haberse enamorado a primera vista, en realidad, muchas personas en su adolescencia aseguran haberse enamorado a primera vista.

Yo estoy en la adolescencia, pero no me he enamorado a primera vista. Después de pensarlo varios días, he llegado a la conclusión de que me he enamorado a la primera sonrisa. Y es que no dejo de pensar en ese chico, en esa sonrisa, en ese look oscuro que viste, en esos botones de personajes de anime que no reconozco y su skate. No sé mucho de él, soy consciente de ello, pero se algo importante, le gusta el anime, lo deja ver con esa cantidad de botones. También, le gusta escuchar música, ya que siempre lleva sus audífonos, le gusta andar en skate, su color favorito parece ser el negro y es hermoso. No se mas que eso, más que lo que me deja ver, que le deja ver a cualquiera.

En estos días no lo he visto, a excepción de una única vez que iba por delante de mí con su skate, ni siquiera me vio, ya que yo de suerte alcance a verlo, con muchas cuadras de distancia lo reconocí. No quiero "enamorarme" de una sonrisa, de este chico que solo observo, es un inútil amor, a nada lleva. Nunca le hablare, por lo tanto no sabré su nombre, sus gustos más personales y ocultos. Incluso, nunca sabré si siquiera es hetero o no. Tal vez está enamorado de una chica o tenga novia y esta si reconozca a todos esos personajes de animes, tal vez él le regale algunos de esos botones, quizás ven animes juntos o anden en skate.

Yo no puedo compartir ninguno de esos gustos, pero podría verlo si va a algún sitio a hacer trucos con su skate, podría escucharlo hablar de sus animes favoritos, podría ser persuadido para pasar horas viéndolos con él, podría regalarle alguno botones, podría evitar que sea atropellado por algún auto cuando intenta cruzar la calle.

Aquí, esperando una vez más el autobús, él es todo en lo que pienso. Y es que para ser sincero, no hay mucho en lo que pensar, así que prefiero pensar en él. Puede ser coincidencia, si quiero exagerar, puedo decir que el pensamiento es poderoso, porque de pronto lo veo aparecer, caminando, no lleva su skate, cruza la calle con tranquilidad y sin dificultades, levanta la mirada al caminar a la parada y me ve. Claro que me ve, estoy allí parado, seguramente como idiota, mirándolo. Me sonríe, una sonrisa tímida pero gentil, le devuelvo una pequeña sonrisa y es como un saludo, como un "hola" en sonrisas. Se detiene a una distancia considerable mía, el tiempo trascurre, el autobús no llega. Yo me pregunto, ¿qué horarios tendrá en su escuela?

Lo observo por el rabillo del ojo, no parece atento a su alrededor, hasta que alguien se acerca a su lado, otro chico, se estrechan la mano en saludo, inmediatamente bajo el volumen de la música, mis auriculares están silenciosos y yo alcanzo a oír su voz cuando conversa con el chico. No entiendo exactamente de qué hablan, no distingo las palabras, pero escucho su voz, es gruesa y rica. Hecho una disimulada, o eso creo yo, mirada hacia él. Creo que me atrapó y tan solo con obtener un vistazo de su mano vuelvo mi vista a la calle por donde debe venir el autobús. Su mano es blanca, grande, sus dedos largos y delgados. Observo mi mano, también se ve grande con dedos más gruesos y me percato de que jamás he prestado atención a ello. Trato de recordar, cómo era la mano del hermano de aquella novia que tuve y no puedo, no recuerdo como eran las primeras manos que me tocaron.

Observo a mí alrededor, en la parada, algunas chicas están cerca y busco sus manos con la mirada, encuentro las de una, son pálidas y pequeñas, con dedos largos pero finos y delicados, muy diferente a la mano del chico o la mía que se ven robustas a su lado, sin mencionar que luce uñas largas y esmaltadas. Vuelvo a mirar al chico, hacia sus manos, solo para comprobar sus uñas y casi dejo salir un suspiro de alivio cuando veo sus uñas sin esmalte, no me gusta esa cosa, pero he visto que algunos chicos que visten de negro lo usan.

Cuando el autobús llega, dejo pasar primero a todas aquellas chicas que están allí esperando, algunas me ignoran, otras me sonríen en agradecimiento y ni una de aquella sonrisas pude devolver, solo les asentí con la cabeza, al subir la última subo. Camino hacia el fondo del autobús, bastante lleno, hecho una mirada hacia adelante para encontrarlo bastante cerca de mí, pero aun más cerca de su amigo con el que continúa conversando, le subo el volumen a mi música, ya que un grupo escandaloso de chica hace que no entienda que es lo que hablan los dos chicos.

Con muchas más personas a mi alrededor para disimular, miro de nuevo hacia él, veo su rostro de perfil, veo algunas imperfecciones cubriendo su mejilla y pómulos, nada que un adolescente no tenga cada tanto. Bajo a su cuello y veo el bulto... ¿manzana o nuez se llamaba? No recuerdo, ya que nunca he prestado atención a ello, pero es ese bulto en el cuello de cada hombre, aquella bola que se mueve al tragar. No sé si es grande, nunca he visto la mía o la de nadie más para comparar, tengo que recordar inspeccionar la mía, aun así, se ve claramente en él y llama mi atención, no sé porque, pero lo hace.

Finalmente, él baja, antes que yo y en la misma parada de siempre. Mientras el autobús avanza, me encuentro con mis dedos tanteando ese bulto en mi garganta.

Amor a primera sonrisa... suena tan tonto e infantil, tan de chicas. Chicas, como las que ríen y hablan en voz alta a un lado mío. No soy una chica, no creo en el amor a primera vista., pero no sé si siento amor a primera sonrisa. Antes de decir "sí, estoy enamorado" o "no, no estoy enamorado", prefiero dejar la pregunta abierta, prefiero no contestar, para no empezar o acabar nada de lo que luego me arrepienta.

Algunas preguntas son mejor no responderlas, no busca respuesta. Puede existir todo el tiempo que quiera la pregunta alrededor mío, pero porque la pregunta exista no significa que deba responderla, que debe tener respuesta.

Entonces, si un día me preguntan: ¿existe el amor a primera vista? ¿Y el amor a la primera sonrisa? ¿Crees en ello?

Y yo elijo no contestar, está bien, porque no tiene respuesta exacta y no pretendo buscarla. 

Continuara...

Como dije, puede haber más de una actualización al día o puede que hoy suba toda esta primera parte de la historia. 


¡Gracias por leer!

El chico de negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora