1

10.5K 598 2
                                    

Vivir como la pequeña de la familia Todoroki, no sabía si era algo bueno o malo, usualmente mi Quirk no apareció a los cuatro años, al igual que mis hermanos, yo era distinta, y una vergüenza para mi padre.

—Ven pequeña.

—Mamá, ¿Por qué papá es así conmigo? ¿Tan importante es tener un don?

—Para papá es importante, pero no para los demás, mira a Natsuo, tiene uno, pero no lo quiere.

Miré a mi madre, ella tampoco solía verme mucho a los ojos, algo que nunca fui predilecta, a pesar de que papá me miraba de vez en cuando.

Mis cinco años llegaron, y empezaba a entrenar por mi cuenta, Toya era quien me ayudaba, anteriormente entrenaba con papá, pero incluso lo dejó de lado a él.

—¿Lo hago bien Toya-nii?

—Lo haces muy bien, ya verás que serás una de las más fuertes sin un don.

Sonreía con entusiasmo, entrenaba duro para sorprender a papá, pero no recibía mucho, no recibía lo que quería, lo que deseaba.

—Lo haces mal.

—Entrenaré mejor.

Esas palabras dolían, y no sabía dónde me equivocaba, no sabía lo que hacía mal, no veía el error, pero sólo era una niña, una niña que no tenía idea de lo que sucedía.

La mayor parte del tiempo la pasaba con Toya, lo recuerdo bien solía decir que era fuerte, después de todo, siempre cuidaba de mí y Fuyumi, Natsuo decía que podía cuidarse sólo, pero aun así Toya veía por él.

Hasta aquel fatídico día...

—Hermano...

—¿Uhm? Oh..., eso es... —mi mano se sentía caliente, extrañamente era más fuerte de lo habitual —¡Estas despertando tu don!

Una pequeña llamita salía de mi dedo, algo simple, pero con un gran significado. Con Toya, me ayudaba para hacerlo más fuerte, decía que mi potencial estaba ahí, sólo debía despertarlo, no sabía cómo hacerlo, asique entrenaba siempre que podía, a escondidas de mamá, no le gustaba verme, y papá no me miraba mucho.

—¿Hermano? ¡Hermano!

—¡SAL DE AQUÍ!

Las llamas empezaban a envolverlo, y yo apenas y trataba de correr esquivando, me protegía con mis llamas, pero eso no significaba que no me hiciera daño, hasta que cierto lugar explotó, la casa se veía en fuego puro, Toya seguía adentro, a pesar de que quería volver, no podía, no me lo permitía.

—¡TOYAAAAAA! ¡TOYA!

Grité muchas veces su nombre, pero no apareció, y mi voz, también se fue con él.

—¡Akane!

Mis intentos por volver eran inútiles, sé que el seguía ahí, sé que estaba ahí, sé que esperaba por mí.

Sé que volverá...

—Akane, ¿Qué sucedió? ¡¿Akane?!

Papá me miraba, y yo no podía hablar, Toya no estaba, no estaría más conmigo...

Mamá lloraba mucho, al igual que Natsuo y Fuyumi, pero yo..., yo hacía lo que el deseaba, sólo que yo, no lo quiero.

—¡Tienes un don! —me asusté por ello, miré a la persona intrusa, era sólo Fuyumi —Papá estará feliz de...

La callé impidiéndole el paso con fuego, algo que la sorprendió, yo sólo negué, no quería que se enterara, no deseaba verlo intentar entrenarme, quería ser fuerte por mí misma.

Denwa - Katsuki BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora