Denwa - Katsuki Bakugou

14

Akane

Hasta que empezamos hacer deducciones una vez supe dónde nos quedaríamos...

Me acerqué a Katsuki para tomar de su brazo, algo que sólo suspiró rendido para sujetar mi mano, mientras una onda chocaba con nosotros.

A partir de ahí, tendríamos que ir al campamento, aunque Mineta fue el primero que se adelantó, encontrando a una bestia.

—Eso fue nada delicado.

—No te quejes y vamos.

—Sí.

Fui tras mi hermano y los chicos, derrotaron al primero, lo que iba tras el segundo, pero no sabía qué hacer con mi fuego exactamente sin quemar la zona.

Aun así, iba tras Shoto, quemando algunas cosas y el congelándolas. Aunque no era mi estilo agotarme, siempre trataba de terminar lo más rápido posible.

Cuando salté hacía delante, no había más árboles, Aizawa-sensei junto a las Pussycats estaban ahí.

—¿Se acabó?

—Les tomó mucho tiempo, creímos que les tomaría más.

—Sobre todo, ustedes cuatro —me puse tras de Katsuki tratando de escapar del contacto físico y que no me vea, a pesar de que no me lo decía a mí.

Hasta que por fin supimos quién era el niño, fue un gran golpe en las partes nobles de Midoriya. Evité seguir mirando, ahora que lo pienso, Aizawa-sensei les gusta vernos sufrir.

Fuimos por nuestras cosas para comer, se veía todo tan apetitoso, aunque no tuve que hacer nada para que la comida llegue a mí.

—Gracias Katsuki —tomé el plato que me daba y lo empecé a comer —¿Uhm? ¿Qué tal es tu habitación? Yo compartiré con las chicas.

—Es igual —asentí entendiendo.

Cuando terminamos, nos retiramos para ir a bañarnos, aunque incluso eso fue genial, eran aguas termales.

—Esto es el cielo —dije para entrar en el agua caliente.

Aunque, los gritos de Mineta se escuchaban perfectamente, me estaba preparando para lanzarle fuego, lo que no hubo necesidad, Kota apareció para golpear a Mineta.

—Mineta es terrible —asentí el comentario de Tsuyu-chan.

—¡Gracias, Kota! —el grito de Mina llamó su atención, haciendo que nos mire.

Lo que ocasionó que caiga, me levanté por ello, eso fue peligroso.

—¡¿Está bien?!

—¡Sí!

Suspiré aliviada, al parecer Midoriya lo ayudó, que susto. Hablamos un poco más con la chicas hasta que tuvimos que salir, ahora me siento más relajada, aunque claro, no perdí oportunidad de ver la habitación de los chicos.

—Hola —saludé a todos.

—Akane —miré a Shoto que venía hacía mi —¿Pasó algo?

—No, vine a dejarte tu camiseta, estaba entre mis cosas —dije un poco para ver a los chicos —Bien, iré a dormir.

—Si.

—Oí, anciana —me detuve un momento para esperar a Katsuki, claro que les cerró la puerta en la cara para que no vean —Te acompañaré.

—Es muy considerado de tu parte, Katsuki.

—Cállate —reí un poco por ello para seguir caminando, aunque, rosaba mi mano por momentos, asique sujeté su brazo.