Capítulo IX: Injusticia.

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Los odio

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Los odio.

Los odio a todos.

¿Cómo se atreven a volver a separarme de ella?

¿Cómo pueden vivir tranquilamente mientras nosotros nos hundimos en la miseria? ¿Cómo pueden ser tan hipócritas con ustedes mismos?

¿Cómo pueden vivir con la consciencia limpia después de todo lo que nos hicieron?

¡¿Cómo se atrevieron a ser felices mientras ella sufría en silencio?!

Ira.
Odio.
Venganza.

Me enseñaste muchas cosas Azael, pero jamás me enseñaste a vivir sin ti.

Bennu lloró de impotencia en su interior cuando observó de reojo a su madre ser apresada y amenazada por los Adeptus que en algún momento fueron sus amigos, sus compañeros, sus aliados.

Todos ellos los habían traicionado.

Los mismos que prometieron estar a su lado, la estaban apuntando con sus armas.

Todo esto no era justo.

Los gritos de Raijin pidiendo que se detuvieran, que se den la vuelta, que vayan a ayudarla, le dolió en el alma. El chico golpeaba su espalda en un intento inútil de hacerle retroceder, de intentar que lo baje de sus hombros.

Ninguno de los dos quiere dejarla atrás.

El odio y el resentimiento de Bennu sería plantado en las raíces de Liyue, esperando para germinar el día en el que todos estén reunidos para festejar el Rito de la Linterna.

Él se llevaría a todos consigo.
Quiere vengarse, Bennu quiere venganza por tal injusticia.

"Las llamas que resurgirán desde en fondo de la tierra son aquellas mismas que quemarán a cientos de personas...
Las flamas de la mismísima Parca, traerá consigo todos aquellos recuerdos que permanecieron encerrados en lo más profundo de sus mentes, todos verán su renacer el día quinto de este mes.
Todos aquellos que alguna vez presenciaron su verdadero poder, serán corrompidos por la mano de su sucesor que no busca misericordia ni perdón.
Porque su corazón está lleno de ira y odio hacia el Dios de los contratos, pues ha fallado a su palabra y debe pagarla"

Bennu no paró de correr hasta que estuvieron definitivamente en Monstadt, lejos del territorio del Arconte Geo, él ni un segundo dejó de voltear hacia atrás. Cuando llegaron al Bosque Susurrante, Bennu se derrumbó. Soltó a Raijin y se hincó sobre sí mismo, puso una mano sobre su pecho e intentó respirar, sentía que se estaba ahogando.

¿Por qué se sentía tan sofocado?

Raijin lo miró horrorizado, no quiere perder a su único amigo también, apoyó sus manos en su espalda intentando darle indicaciones para que vuelva en sí — ¡Bennu respira! ¡Por favor! ¡Respira! ¡Tú tampoco...! ¡Tú tampoco puedes dejarme! — le gritó rompiendo en llanto.

La Leyenda de Raijin y Fujin: Sin Corazón┇ScaramoucheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora