(LIBRO I de la saga "Almas Corrompidas")
El infierno no está debajo de nosotros cómo la iglesia nos hizo creer. Está aquí, en la tierra... en una isla secreta en el Océano Indico para ser más exactos.
La Prisión Jerusalén, el lugar donde el mal es...
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Septiembre 10, 2019
Heaven Marino
Han pasado dos semanas desde que vi al abogado Declan.
Una semana en la que me he esforzado por sanar las heridas que me han hecho en este lugar.
No he comido bien, incluso si he hecho mi mejor intento por alguna razón vomitaba casi todo lo que me daban.
Aún tengo el cabestrillo y la bota ortopédica.
El abogado Declan ha estado trabajando en mi defensa. Él cumplió lo que me prometió, ya nadie me ha lastimado ni me ha torturado.
Tampoco he visto al General Gavriel.
Pero, sin embargó, soñaba mucho con él.
Esos ojos azules aparecían en mis pesadillas todas las noches. Me hacían despertarme sintiendo que me faltaba el aire y sobre todo me sentía observada por esos ojos en todas partes.
Le tenía miedo.
Si yo antes pensaba que ya había conocido el mal antes, estaba muy equivocada. Porque el General Gavriel es el mal personificado.
Lo sentía presente incluso si no estaba ahí. Por un segundo los Denaro me parecieron ángeles en comparación al General. Pero al recordar lo que los Denaro me hicieron pasar comprendí que ellos eran unos demonios más.
Si ellos estaban muertos solo espero que estén ardiendo en el infierno.
Todos y cada uno de ellos.
En especial Bruno Denaro.
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Me gustaría decir que después de un tiempo tengo esperanzas.
Pero la verdad no es así.
Me prometieron ser liberada, pero ya no creía en promesas.
Mucho menos creía en un hombre que se hacía llamar "el abogado del diablo".
-Rea 0189 serás llevada al Séptimo Círculo -un soldado irrumpió en mi habitación, Bristol venía a un lado de él-. El soldado Samuel Bristol te trasladará hasta ahí -después de decir eso último el soldado salió por la puerta y Bristol me dedico una mirada sería.
