(LIBRO I de la saga "Almas Corrompidas")
El infierno no está debajo de nosotros cómo la iglesia nos hizo creer. Está aquí, en la tierra... en una isla secreta en el Océano Indico para ser más exactos.
La Prisión Jerusalén, el lugar donde el mal es...
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Agosto 20, 2020
Heaven Marino
No podía moverme.
Era como si no tuviera control de mi cuerpo. Podía escuchar y podía sentir, pero no podía abrir los ojos ni hablar o moverme.
Durante los primeros minutos estuve tranquila, pero después comencé asustarme porqué al escuchar voces desconocidas y sonidos de monitores como en un hospital supe que no estaba en casa.
Entonces entre en pánico.
Me sentía gritar a mi misma por dentro, arañando las paredes de mi interior tratando de salir de la prisión de mi propio cuerpo. Desesperada por libertad y por ver donde estaba comencé a respirar agitadamente.
Fue entonces cuando escuche voces desconocidas.
—Hay que ponerle un bloqueante neuromuscular, está comenzando a recuperar la movilidad de su cuerpo -una voz femenina se escucho en aquella habitación- ¿Recordará algo de lo que ocurrió? -pregunto.
-No estoy seguro, al parecer la paciente 0189 entro en un tipo de Choque de estrés emocional debido al evento traumático; el diagnóstico que le ha dado la Dra. Bennett ha sido "Esquizofrenia Paranoide" y en cuanto la paciente despierte deberemos estar alertas ante cualquier comportamiento anormal.
-El General Van Buren ha preguntado en cuanto tiempo despertara.
-Si esa niña supiera de lo que él es capaz y lo que le hará el General cuando ella esté consiente... no creo que quiera despertar nunca.
Después las voces dejaron de escucharse. Trate de procesar todo lo que ellos habían dicho pero seguía sin entender quienes eran ellos, o donde estaba yo ahora y si mi familia estaba buscándome.
Para mí cada segundo, cada minuto y cada hora se hacía eterno mientras estaba postrada en esa cama con mi cuerpo inmovilizado. Sentía algo que rodeaba mi cuerpo y mis manos, como si estuviera amarrada a esa cama.
Trate de recordar lo último que había vivido antes de terminar en este extraño lugar.
Pero mis pensamientos solo iban hacia una sola persona: mi mamá.
¿Ella sabía que desaparecí? ¿Ella estaría buscándome? ¿Estaría preocupada?.
Entonces tuve un recuerdo.
>>Me acosté en mi cama, cansada. Cerré los ojos para descansar un rato, pero un "Beep" sonó, una luz se encendió en mi celular. Al desbloquearlo suspire, era un mensaje.
"Te lo suplico, ven conmigo Heaven."
-Mag.<<
El sonido de una puerta abriéndose me saco de mis recuerdos. Me puse alerta, pero seguía sin poder moverme aún. Espere un par de segundos para que alguien hablara o hiciera un ruido o algo. Pero nada paso.
