Serie de los CP 18 - Chenle y el Pequeño Lobo

Capítulo 3

Cuando Chenle estudió la enorme habitación, llena de Felinos, Halcones y otras razas de cambiaformas, se dio cuenta de que ir tan temprano a la cafetería para cenar había sido una mala idea. Especialmente para alguien que todavía tenía que luchar contra el impulso de saltar de miedo cada vez que alguien le hablaba. Diablos, se asustaba incluso cuando alguien lanzaba una mirada en su dirección. Ahora, estaba a punto de entrar en las fauces de la bestia, y por primera vez, esa era más que nunca, una afirmación literal.

Desde que había salido de la enfermería, había hecho todo lo posible para evitar a los otros, a pesar del hecho de que tanto su hermano como el doctor Yoongi habían hecho hincapié en que era necesario que se integrara en su nuevo hogar. Hablando en serio, ¿qué esperaban? Hacía un año, no tenía ni idea de que existían los cambiaformas. Ahora, no sólo se enteraba de la manera más dura de que era uno de ellos, sino que vivía con un montón de animales. Eso no quería decir que fueran patanes sin modales e higiene, pero ahora sabía que realmente existían bestias que podían cambiar, vivir y respirar. Claro, la mayoría de las veces caminaban en sus formas humanas, pero eso era sólo una tapadera, porque Chenle había oído los suficientes gruñidos y rugidos para saber que no había nada humano en su nueva familia y compañeros.

Así que, sí, por lo general le gustaba quedarse en su habitación y evitar al resto de la Sede como si fueran portadores del virus Ébola, o algo como eso. Pero ya que no podía soportar otra comida de su cuñado, iba a correr el riesgo. A Chenle le gustaba el cuervo, pero el hombre ni siquiera podía preparar unos fideos Ramen, sin quemarlos.

Con la cabeza baja, porque lo último que quería era llamar la atención sobre sí mismo, Chenle agarró una bandeja y se abrió paso a través de la línea del buffet. A medida que tomó varios elementos, se le ocurrió, no por primera vez, lo normal que parecía ese lugar. Bueno, lo sería si no tuviera que escuchar las locas conversaciones que lo rodeaban. O el hecho de que la mayoría de los individuos llevaba un arma de fuego, o algún otro tipo de arma.

Aparte de eso, la cafetería podría haber pasado por una humana. Había máquinas de café, un bar de ensaladas, incluso una máquina de helados. También tenía un mostrador de sopa, repleta de galletas y pan frito. Lo único que faltaba era una fuente de chocolate.

Entonces, vio a un hermoso y alto hombre mirándolo de una forma no muy agradable, y una vez más, recordó que estaba rodeado por depredadores. Todos estaban en sus formas humanas, pero sabía que todos y cada uno de ellos podrían convertirse en un tigre, un halcón, un zorro, o incluso un león con un solo golpe de sus talones. Esto último, era realmente cierto, ya que eso es lo que él era.

Terminó de llenar su bandeja y escudriñó el espacio buscando un lugar seguro para sentarse. Su corazón se aceleró mientras se preguntaba si habría algún rincón tranquilo donde pudiera esconderse y estar solo. Puesto que era nuevo en todo esto de los cambiaformas, francamente la mayoría de la gente lo asustaba un poco. Sobre todo porque muchos de ellos eran soldados y parecían ser capaces de partirle por la mitad.

No sólo eso, sino que no sabía nada acerca de la vida de los cambiaformas y sus costumbres. Estaba aterrorizado de decir o hacer algo incorrecto y cabrear a alguien, algo que ya había hecho sin darse cuenta un par de veces. Una vez, cuando había pisado la cola de un guepardo, y otra, cuando miró a otro león de reojo y el hombre lo había tomado como un reto y cargó contra él. Gracias a que su hermano intBangchano, si no las cosas podrían haberse jodido realmente.

—¡Oye, Chenle! ¡Por aquí! —gritó una voz.

Mirando hacia arriba, Chenle dejó escapar un suspiro de alivio cuando vio que era su amigo Yunhyuk. Desde que el águila había sido criado con Mark, eso lo convertía en familia de Chenle y significaba que estaría a salvo en la medida que lo concernía.