Después de terminar con Andrea(su novia), Luis recibe una maldición por parte de la abuela de su ex novia, que conoce magia muy antigua y peligrosa, es transformado en una bella y dulce adolescente de 17 años.
La bruja le da 3 meses para enamorar a...
Ivanna: No creo alcanzar a llegar, cielo. Aún no termina la reunión de tu papá. Deberás irte en uber, avísame cuando llegues.
Vianey: Claro, pediré el uber y te aviso cuando llegue allá, te mandaré un mensaje mami.
Ivanna: Cuídate, nena. Nos vemos en la noche.
Vianey: Hasta luego, mami.
Cuelgo la llamada y camino hacia mi habitación para tomar mi teléfono, cartera y mi laptop. Nunca se sabe cuando se pueda necesitar, además es donde tengo mis anotaciones sobre el tema de la exposición. Antes de salir de mi habitación me veo en el espejo, llevo puesto una camisa blanca y suéter amarillo color mostaza. Una falda de color negro y medias del mismo color. Lo combino con unas zapatillas blancas.
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Suspiro después de verme al espejo. —Hermosa—exclamó antes de salir de la habitación.
Solicitó el uber y pasados unos minutos llega, se estaciona fuera de mi casa. Tomo mi laptop, camino hacia la puerta principal, salgo y coloco el seguro antes de caminar hacia el vehículo.
—¿Alex?—preguntó al chofer mientras me inclinó un poco por el vidrio del lado del copiloto.
Confirmamos los datos y subo al auto.
—Puede tomar una ruta alterna, se que hoy es día de tráfico, bueno; todo el tiempo—río ante mi comentario. Es evidente que en esta ciudad todos los días es de tráfico, parece costumbre.
—Perfecto, llegaremos pronto—sonríe.
Me coloco el cinturón, mis audífonos y observo por la ventana de camino a casa de Axel. No pienso en nada, solo disfruto del trayecto.
20 minutos después...
Tocó la puerta múltiples veces. Entre los cristales de la puerta puedo alcanzar a ver qué una figura se aproxima para abrir. Es él.
—Hola—sonrió y levantó mi mano mientras le observo ahí de pie.
—Vianey, buen día—saluda mientras hace un ademán para que pase. —Pasa, estás en tu casa.
—Creo que llegue algo temprano. Los demás aún no llegan—agregó mientras estoy en la entrada de la sala y no les veo. Además que todo se escucha en silencio.
—Es normal en Alejandra y Thomas—responde mientras cierra la puerta.
—Lo se—río y exclamó por inercia, los conozco. Pero se supone que yo no debo saber eso...