❝La venganza de Manoban❞ 仝 Jenlisa

||Eight||🐥

La venganza
De Manoban

— ya me acabe de leer mi libro.– dejo su teléfono a su lado y se dedicó a mirar a Jennie. Esta se encontraba en su pecho recostada jugando Minecraft cómodamente.

— ¿Quieres jugar? – preguntó la de ojos gatunos, la más alta negó y acaricio el cabello castaño de la chica. Definitivamente algo de lo que más amaba de ella era su cabello.

Le gustaba jugar con el y hacerle nudos, aunque jennie se enojaría después porque su cabello se enredaria demasiado. Era lo que menos le interesaba, pensó en cuanto amaba a Jennie y realmente no tenía comparación con nada

Ni siquiera los fics podían describir todo el amo que sentía por ella. Porque cada momento de su vida era perfecto, así fueran regaños por cosas insignificantes, o cuando reclamaba algo

Que ella no tenía la razón, pero igual odiaba que le llevarán la contraria. Cuando dijo "sí" en el altar, y en su propuesta de matrimonio.

Cuando discutían y ella tenía que ir a dormir al sofá porque Jennie no la dejaba ir ni siquiera al cuarto de visitas.

Esos momentos eran lo que hacían su vida feliz, porque podrás encontrar alguien que te entienda

¿Que sentido tiene si no encuentras alguien que vuelva tu vida loca? Alguien que te haga sentir como en una serie donde no sabes que pasará en el siguiente capítulo.

— ¿Que tanto me miras? Tanto te gusto.– la castaña bromeó y Lisa asintió sonriendo, mientras la abrazaba y le daba el calor corporal que emanaban sus cuerpos juntos.– Eres toda la familia que necesito.– le sonrió mientras jugaba con sus manos y dejaba su teléfono de lado.

— Hasta el momento. – se rió.– ¿No quieres mini's Jennie's corriendo por todos lados? – volvió a jugar. Jennie la miró

— definitivamente es algo deseable, pero dentro de demasiado tiempo, por ahora estamos bien con las mascotas.– ambas rieron y oyeron a kuma ladrar.

— sería muy apetecible ver a Rosé cuidar a niños pequeños. – Lisa se burló de su amiga, sabía que Rosé no era para nada fan de los niños pequeños, y algo que nunca le deseaba a las personas eran hijos.

— ¿Te acuerdas de ese día, en la boda de tu hermana? – está vez Lalisa se carcajeo a recordar la imagen mental.

Su amiga ese día fue un desastre.

— Recuerdo que estaba ebria y se acercó a mi hermana a decirle que le deseaba todas las cosas buenas.– hizo una pausa.– Pero luego se acercaron dos señoras a decirle que felicidades y que esperaba que tuviera muchos pequeños.

— Rosé se acercó a decirle a la señora que no le desgraciara tan pronto la vida a la chica.– soltó una suave risa mientras veía como kuma se trepaba para enrollarse en el centro de las dos.

Definitivamente, tenían la familia perfecta.