Corrí apresurada hacia la heladería, siempre iba todas las tardes y podía observar a Derek leer mis notas. Era algo emocionante saber que les gustan y le arreglan sus días, eso me encanta verlo sonreír y saber aunque sea puedo por un momento hacerlo feliz.
Abrí la puerta del lugar y estaba leyendo la nota, tenía una sonrisa pegada en el rostro y creo que nadie la podía sacar. Reí nerviosa, llevo tiempo haciendo esto y aun me siento extraña.
Me acerqué y mire a Derek, era tan guapo, su ángulo derecho era perfecto, su cabello desordenado, sus ojos azules bajo esas largas pestañas negras. Sus labios rosados entre abiertos, elevados en un leve sonrisa.
No pude evitar reír entre dientes de manera suave. No me sorprende que no sospeche quien soy, ya que, el local suele estar lleno siempre y muchas clientas prefieren a Derek como vendedor.
Guardó la nota y se acerca hasta mí.
—¿Qué va a llevar señorita?— preguntó.
Me aclare la garganta.
—Menta con chispas de chocolate—respondo sonriendo.
—Siempre llevas lo mismo pero ¿sabes qué?—dijo tomando mi dinero y dejándolo en la caja registradora. Negué—, este igual es mi favorito—susurró.
Me sentía alegre, quería abrazarte y besarte en ese momento, era la primera vez que necesitaba hacer eso tan impulsivamente. Solo podía fantasear que eso suceda.
—Que... bien— dije.
Me entrega el helado y fui a la mesa que siempre me sentaba, al lado del ventanal. El tiempo pasaba lento, o al menos eso sentía, podía observar cada cosa que hacia, me deslumbraba. Como había dicho en una nota, me esta gustando más de lo que deberías.
No se como paso pero como dicen, el amor no define tiempo, lugar, hora, ni la persona de la que uno se enamora.
Esa frase era cierta, tanto que sorprendía y era magnifico de alguna manera.
Derek se sentó frente a mi, y me miro directo a los ojos.
— ¿Puedo preguntarte algo? —dijo. Muchas cosas pasaron por mi mente ¿Qué pasa si descubrió que era yo? Ojala que no, porque salgo corriendo de aquí.
—Claro— dije, dudosa.
Suspiró.
— ¿No has visto alguna chica que me deje notas o no se algo así?—preguntó. Reí nerviosa.
Tranquilízate Amber, es solo una pregunta. Pensé.
Mire tus ojos, tenia que sonar tranquila y desinteresada sobre el tema.
—Aaam... No, no he visto a ninguna chica—dije—. ¿Por qué preguntas? Claro si es que si puede saber dije rápido. ¡Muy bien Amber, te salió excelente!
— ¿Guardas un secreto?
—Obvio ojos... Digo Derek— me mordí el labio nerviosa, me estoy poniendo estúpida ¡Casi, casi, casi!
—Es que... mira hay una chica... que me manda notas—sonrió—. Y me encanta que lo haga...—suspiró—, y creo que... me esta empezando a gustar. Suena loco, lo sé—dijo.
Mi respiración se cortó, mi corazón comenzó latir sin parar. No procesaba nada, solo las palabras recientes que había dicho, era algo... ¿genial? ¡Claro que es genial! Le estoy empezando a gustar, me siento con muchas emociones juntas. No sabia que decirle, porque a lo mejor iba a decir una estupidez.
Derek me miro y luego volvió a hablar.
—Si sabes algo me dices ¿Ok?—dijo y se paró para seguir con su trabajo.
No me podía creer lo que había dicho. Le estaba gustando, pero él no sabe que soy yo por algo me ha pedido que yo averigüe algo así.
Eso podría significar que Derek no tiene idea que puedo ser yo o bien yo seria alguien que nunca le gustaría a Derek.