Courtney

170 11 6
                                    

Era de noche, podían verse las estrellas, pegadas en el cielo, junto a la luna, que iluminaban con luz tenue las calles. Un grupo de supervivientes avanzaba por las afueras de Wallace Town, cerca del aeropuerto. Buscaban provisiones, y sabían que en dicha zona había bastantes tiendas de comida. La gente las solía frecuentar antes del fin del mundo para comer algo dentro del avión, algo para matar el hambre.

- Bien, recordad, una sola de esas cosas rondando por ahí y nos largamos, ¿entendido? – Will estaba al mando, su voz imponía a cualquiera, aunque también daba la sensación de que podías confiar en él.

- ¿Deberíamos dividirnos? – Preguntó Jackson.

- Es un aeropuerto... Es muy grande, tal vez sería lo idóneo, Will – Añadió Sonya.

- Bien... Haré los grupos. Iremos de tres en tres. Sonya, Jackson, vosotros iréis conmigo. Carol, Mia y Judith, otro grupo. Luego... Courtney, Garret y... Derek – Suspiró apenado por el chico.

- ¿El chico sabe defenderse? – Preguntó Courtney, viendo cómo el joven seguía para el arrastre.

- Claro que puedo – Respondió, seco, sin pestañear, luego se levantó, dejando al grupo atrás.

- ¿Se encuentra bien? – Preguntó Garret.

- Bueno... Al igual que todos, ha perdido a gente, no solo a su familia, su único amigo también. Lo mató una de esas criaturas enormes... - Will no quería hablar demasiado alto, no quería que el joven recordase aquel fatídico día.

- Jobar... Pobrecillo – Mencionó ella.

- Sí... Intenta aprender rápido, y más o menos lo consigue, ya sabe utilizar un arma.

- Bueno... Cuidaremos de él si ocurre algo, no te preocupes – Courtney y Garret se movieron para seguir a Derek, cogidos de la mano.

- ¿Quedamos en este punto más tarde? – Preguntó Mia, apretándose los cordones de las zapatillas.

- Sí, eso es – Confirmó Will.

- Vamos hermanita, a ver si encontramos algo decente y en buen estado – Carol le dio una palmadita en la espalda. Ambas hermanas eran amables, y trataban siempre de sonreír a la negatividad del grupo. Judith fue con ellas, era una señora de unos cincuenta y largos, muy seca y con pocas ganas de hablar generalmente, pero hacía su parte del trabajo.

Por otro lado, el grupo de Courtney, se adentraba más y más en el aeropuerto. Era extraño, antes, cuando uno entraba en un lugar así, siempre había ruido, de personas, máquinas, la megafonía... Todo aquello se había extinguido hacía ya cerca de semana y media. Deseaban no toparse con los monstruos que acechaban en muchas de las zonas que antes eran habitadas por humanos.

- Bueeno... - Garret trató de romper el hielo - ¿Qué edad tienes, Derek?

- Veintidós, ¿por qué?

- No, por curiosidad, hablar de algo, ya sabes. ¿Por qué no nos cuentas sobre ti?

- ¿Sobre mí? – Comenzó a pensar – Pues, no sé. Soy alérgico a los frutos secos, ¿eso cuenta?

- Supongo.

- Así que, sois pareja – Comentó el chico.

- Sí, de hecho, estamos prometidos – Dijo Courtney, sonriente.

- Vaya... No creo que tengáis mucha cola para casaros pronto, la verdad – Trató de bromear. Courtney y Garret se dieron cuenta de que en el fondo era un chico muy amable, aquella frialdad no era más que un mecanismo de defensa.

- Pues no, jaja. Ahora solo nos falta encontrar un cura para que nos case, eso ya es más complicado.

- En nuestro grupo no hay ninguno, pero oye, a lo mejor un día tenéis suerte – Les sonrió, trataba de ser social, aunque le costaba.

REFLEJO.42: Los ArchivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora