Yvonne

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El agobio, el estrés, la ansiedad. Una joven con un pelo largo, castaño y rizado, esperaba que algo ocurriera. Era un lugar enorme, parecía algún tipo de facultad universitaria, aunque no había nadie allí. El sol se colaba por las enormes ventanas, el viento se hacía notar desde fuera, golpeaba los árboles con fuerza.

Estaba sudando, no podía dejar de mirar la puerta que había frente a ella. En algún momento se abriría, y lo que tanto temía, vendría a por ella. Revisaba su watcher constantemente, mirando la hora, las redes sociales... Se puso a ojear una palabra de la sección de tendencias, casualmente la palabra "OVNI".

Había varias personas diciendo que habían visto pasar volando algo entre las nubes en la madrugada, todos lo relacionaban con extraterrestres, o conspiraciones del gobierno. Aunque nadie había logrado tomar una foto o un vídeo de lo sucedido. La chica jadeó.

- Hay que ver... La gente pierde el tiempo en cosas ridículas – Se dio cuenta de que había dicho aquello en voz alta, por suerte, seguía sin haber nadie. De pronto, la puerta que tanto temía se abrió. Una joven rubia, de pelo liso, ojos azules y cara de pocos amigos salió, junto a un hombre con traje y bigote.

- ¿Yvonne Hastings? – Preguntó el hombre.

- S-sí.

- Muy bien, ya puede pasar.

- Muchas gracias – Se puso recta incluso para responder. Aquella chica le miró con aires de rivalidad, sin duda, no ayudaba a calmar a la joven.

Entró en la sala, luego cerraron la puerta. Había tres figuras, bien vestidas, con americanas perfectamente planchadas, ni una sola arruga. Alguna que otra joya reluciente para mandar el mensaje de "sí, nuestras almohadas tienen billetes dentro". Yvonne dio un par de pasos, algo cortada, estaba nerviosa, notaba cómo la presión le subía por las venas.

- Tú debes de ser la señorita Hastings – Respondió una de las mujeres importantes.

- Sí... Gracias por la oportunidad, hoy...

- ¿Qué vas a tocar, querida? – Otra de aquellas mujeres interrumpió a la joven.

- A-ah... Cómo iba a decir, hoy voy a tocar "La Vie en Rose".

- Hmm... Curioso – La última figura importante de la sala soltó un comentario. Un hombre, repeinado hacia atrás, Yvonne solo podía pensar en que una vaca le había dado un lametazo en la cabeza. Su tono fue despectivo – Dirígete al piano, por favor.

- B-bien, ah... - Caminó hacia el dichoso piano, que por algún motivo estaba a tomar viento, en el otro extremo de la sala. Odiaba andar con tacones, realmente lo odiaba, pero para esta clase de citas, había que ir pintada como una puerta, poner la espalda recta, y sonreír como en los carteles publicitarios de los dentistas.

Dejó el bolso, le quitó cualquier arruga a su falda, y se sentó. Levantó la tapa, respiró profundamente, y comenzó a tocar. Lento, suave, La Vie en Rose era una canción que le cantaba su abuela cuando era pequeña, cuando se raspaba las rodillas jugando, le recordaba a una buena época, como si...

- Bueeeno, ya es suficiente – Una de las mujeres le cortó.

- Ah... Todavía no he...

- No te preocupes, no hace falta – Le respondió el hombre, con cara asqueada.

- P-perdón, ah... ¿He hecho algo que...? – No lo entendía, apenas llevaba quince segundos tocando.

- No, querida, no te preocupes. Así ya vale, más adelante comunicaremos a la persona seleccionada, cuídate. Gaby, acompáñala a la salida.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2023 ⏰

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