Capitulo 11

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Al día siguiente Cassie se despertó al medio día, se sentó en la cama sintiendo los ojos aún pesados por el sueño. Tenía el cabello completamente alborotado y las marcas de besos y mordidas se extendían desde su cuello hasta sus pechos, le dolían algunas mordidas que dejó su pecoso, también le dolía la espalda.
Sintió como unos brazos la rodeaban por la cintura.

–Duerme conmigo un poco más — le pidió aún somnoliento.

–Ba-baño.

–Está bien... — la soltó de su agarre y vio su silueta desnuda levantarse hasta el baño donde desapareció detrás de la puerta.

Al salir, luego de darse una corta ducha, sintió la intensa mirada de Ace sobre ella. Por primera vez él tenía la oportunidad de mirar detalladamente la desnudez de Cassie y la verdad es que lo disfrutaba bastante, el atlético cuerpo de ella no tenía nada que envidiarle a las demás chicas. Se acercó sin pudor alguno de que la viera desnuda, Cassie consideraba que era un poco tonto sentir vergüenza con él, por algo como verla desnuda.

Se sentó a la orilla de la cama al lado de aquel hombre que le sonreía con cierta coquetería.

–¿Tomaste una ducha? — le preguntó tomando uno de sus húmedos mechones.

Ella asintió, una respuesta vaga, debido a que su atención se la llevaba el trabajado cuerpo del chico, las sábanas cubrían la parte baja pero aún podía ver la V que le formaban sus caderas. Sintió el deseo de besar aquella zona.

Quizás aún tengan energías suficientes para una ronda más antes de por fin decidir salir de la habitación. Un pensamiento similar pasó por la mente de ambos.

Él no se hizo esperar y tomó un pecho de la chica apretándolo, logrando sacarle un pequeño gemido.

–No deberías pasearte así delante de mí, cariño — le advirtió con una sonrisa.

___ lo miró a los ojos con un pequeño sonrojo, se abalanzó sobre él abrazándolo por el cuello y besándolo. Las manos del chico le recorrían el cuerpo y ambas se detuvieron sobre su trasero apretándolo con fuerza.

–Hagámoslo rápido y sin ruido — pidió el pecoso, siendo consciente de que la mayoría de la tripulación debe estar despierta y notando la obvia ausencia de ambos. Cassie aceptó besándolo de nuevo, en un movimiento lento de cadera, estimulando el roce entre sus sexos. Ace gruñó, podía sentir la humedad de Cassie sobre su miembro y, sin soportarlo más, la penetró de una estocada, logrando que ella se cubriera la boca ahogando un gemido, ante la repentina acción, estaba sentada sobre Ace a horcajadas y él podía contemplar la deliciosa imagen que le regalaba esa posición.
Notando la inexperiencia de su compañera, la ayudó sujetándola del trasero y marcando el ritmo. Los dos estaban bastante sensibles por la ronda de anoche, así que sabían que no les iba a costar llegar al clímax.

Cassie sentía el sonrojo que se extendía por sus mejillas hasta la punta de sus orejas, estaba cubriendo su boca con una mano intentando callar sus gemidos y con la otra se apoyaba débilmente sobre el pecho de Ace, intentando mantener un equilibrio con las brutales envestidas que hacía que sus senos rebotasen, algo que por cierto, al pecoso le estaba encantando.

Lo miró débilmente, ya que, su vista estaba algo borrosa por el placer, no se había dado cuenta pero al parecer, cierra los ojos cada vez que él la empieza a penetrar, tal vez una forma de maximizar sus sentidos, pero esta vez quiso ver el rostro de su amante. Su cabello negro desordenado sobre su frente, tenía un sonrojo extendido sobre sus pecas, mordiéndose el labio mientras sonreía admirando su cuerpo, levantó la mirada encontrándose con sus ojos y pudo notar un brillo de lujuria en ellos. Lo vio fruncir el ceño.

Solo Contigo | Portgas D AceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora