Aphelion | KookTae

Venus

«Venus representa la capacidad de amar, encuentros, sensualidad, seducción, alegría, placer, las emociones que sentimos cuando nos relacionamos en donde expresamos los sentimientos de forma espontánea, sincera y entusiasta. Simboliza la parte más emocional de nuestro ser».

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JungKook dejó su maletín en el sofá y se dispuso a ir a la cocina mientras sacaba del refrigerador la comida que había dejado un día antes. 

Había pasado una semana desde la carta que le había escrito a Tae. Lo habían llamado del trabajo, no lo habían dejado ni para que respire un poco. 

Trabajaba en una empresa del sector aeroespacial y en un departamento oficial de investigación en el área de astronomía y astrofísica, en la formulación de teorías. Habían veces que no necesitaban de él, por eso se quedaba en casa investigando él mismo, o deleitándose por el universo cada que podía. Pero ahora no lo disfrutaba por la ausencia de una personita en especial.

Al terminar de calentar su almuerzo se dirigió a la sala sentándose en el sofá, trayendo consigo la mesita que se encontraba cerca, ubicándola delante de él. Agarró su maletín, sacando de ahí unas cuantas hojas y un lapicero.

Jugaba con el anillo en su dedo mientras ordenaba sus pensamientos para implantarlos en la carta.

Se levantó y dejó su plato en el fregadero, teniendo en mente que lo lavaría después.

Regresó de nuevo al lugar de antes y empezó a escribir.

«Cariño, lo siento por demorar tanto. El trabajo me consume, no entiendo cómo antes podía soportarlo y luego seguir continuando en casa. Sigo pensando en todo lo que pasamos juntos, incluso antes de iniciar una relación. Fuiste, eres y serás la mejor compañía que pude haber tenido. Ahora que paso las noches solo, me puse a recordar cómo fue nuestra primera vez juntos, ¿lo recuerdas? Yo nunca podría olvidarlo, lo considero como el segundo mejor momento de mi vida, porque claro, el primero fue haberte conocido. Nos unimos no solo en cuerpo y alma, sino que también lo hicimos bajo la luz de la Luna, siendo el cielo nuestro mayor confidente, y créeme, eso lo hizo perfecto. Tu cuerpo desnudo se veía hermoso, y esos lunares, dios, juraría que las estrellas habían bajado y se quedaron impregnadas en tu bella piel bronceada. Hasta la misma Venus se sentiría envidiada ante tremenda sensualidad. Tampoco puedo olvidar cómo hice para que pudieras escapar de tu casa e ir conmigo a mi pequeña cabaña, pero como tú sabes, yo haría hasta lo imposible para lograr lo que me propongo...

─Vamos TaeHyung, sólo tienes que saltar, cuando lo hagas yo te sostendré.

─Ni creas que lo haré, ¡la maldita rama está a diez metros de mí! ─con un tono no tan alto murmuró asustado, no quería que su padre escuchara y suba a su habitación a ver qué es lo que sucedía.

JungKook solo rodó sus ojos.

─Tae, literal, apenas sacas tu pie por la ventana y tu dedo choca con la rama. Sal ya o tu papá subirá a ver qué es todo este ruido, y el que estará a diez metros seré yo, ¡pero bajo tierra!

─Es fácil para ti decirlo, Kook, tú no le temes a las alturas ─lo observó con sus ojitos ya rojos por las lágrimas que amenazaban por salir.

─Vamos, bebé, soy tu mejor amigo, ¿lo olvidas? ─sí, aún era amigos, por ahora─ No haré nada que pueda lastimarte, solo confía en mí, ¿bien?

─Está bien. Pero si caigo y quedo tieso en una posición demasiado cómica, juro que nunca vivirás en paz porque mi hermosa alma se encargará de destruir tu vida.

─Bueno, entonces no seré yo el que te entierre ─lo miró burlón.

Y de la nada, JungKook sintió cómo algo arremetía contra su cuerpo, haciendo que pierda el equilibrio, pero para su suerte, se sostuvo fuertemente de la rama que se encontraba a un costado.