I'M YOUR GIRLFRIEND 《WINRINA》

In The Name Of Love

El autocontrol del que Jimin tanto se jactó de tener se estaba desvaneciendo tan rápido que su cerebro se adentró en un trance.

¿Cuánto deseo acumularon en tan solo un par de días para estar devorándose?

A Jimin le parecía una broma de mal gusto cuando su cuerpo reaccionaba a pequeñas muestras de afecto por parte de Minjeong y ahora que (por fin) la estaba besando pensó que nunca tendría suficiente. No quiere apartarla, no quiere que termine, desea continuar hasta que sus cuerpos y almas estén satisfechos.

Las manos de Jimin tuvieron vida propia. Después de tocar el apetecible abdomen de Minjeong ascendieron hasta sujetar parte de su cabello rojo y estrujarlo. La acercó todo lo que pudo y no le dio ni siquiera la oportunidad de respirar.

Como si estuvieran cayendo a un abismo sin final, el deseo empezó a nublar sus mentes. Ensombreciendo sus sentidos.

Jimin jadeo cuando la rodilla de Minjeong se abrió pasó entre sus piernas para hacer presión en su centro. El contacto mandó diferentes sensaciones por todo su cuerpo. Inconscientemente Jimin se movió contra la pierna, soltando un ronco gemido que le fue imposible retener.

Ese sonido fue una invitación para que Minjeong se aventuré, queriendo más. Abandonó los apetecibles labios de Jimin para bajar por su cuello repartiendo pequeños besos, pasando tímidamente la lengua por la piel del ángel, que no hizo nada más que mover la cabeza a un lado para darle espacio.

Minjeong no podía negar las enormes ganas que tenía de tocarla y sus movimientos desesperados la dejaron en evidencia.

Con una agilidad innata sus manos se escabulleron dentro de la camisa blanca para acariciar todo lo que pudiera, rozando tentativamente la tela del sostén antes de bajar hasta el borde del pantalón.

-Minjeong- Escucharse a sí misma en ese desesperado murmullo encendió todas las alarmas dentro de su cabeza. Esas alarmas que durante un largo rato y por culpa de Minjeong se apagaron.

En un movimiento rápido, Jimin apartó a Minjeong de su cuerpo por los hombros. Ambas con la respiración agitada, los labios hinchados por culpa de los besos, los rostros manchados por un notable sonrojo y los corazones latiendo a mil.

Minjeong abrió la boca para hablar, pero fue rápidamente silenciada. Jimin posó delicadamente un dedo sobre sus labios, sellándolos.

-No digas nada...- Pidió con voz temblorosa -Por favor- Rogó con una expresión vulnerable.

Sabe que está pidiendo demasiado, después de lo que acaba de pasar tienen una conversación pendiente, pero primero necesita un momento para recomponerse.

Debe tomar las riendas de la situación antes de que sea demasiado tarde.

-¿Puedo besarte de nuevo? Por favor- Minjeong preguntó sin apartar la mirada de los labios que son su nueva adicción.

Jimin aprovechó que mantiene su agarre en el cabello rojo y la atrajo para otro beso. Minjeong sujetó su cintura, mientras el ángel pasa delicadamente la yema de sus dedos por las mejillas y mandíbula de Minjeong.

-No puedo dejar de besarte- Admitió Jimin sobre los labios del demonio -Creo que me volveré adicta- Sin esperar un segundo más volvieron a besarse. No tuvieron prisa. Con lentitud las manos del ángel descendieron para tocar el abdomen de Minjeong, trazando las partes marcadas por el ejercicio con sus uñas, acariciando cerca de la herida, rozando la tela del sostén negro.

Minjeong sonrió, dejando a la vista el hoyuelo en su mejilla. Ese que Jimin empieza a amar. Sin querer contenerse más, dejó un tierno beso en ese lugar antes de mirarla a los ojos.