Regreso (Reescrita)

Aun no me rindo

Pro-Asta.

Íbamos en camino a la Base, estábamos regresando del reino del corazón por ya haber culminado nuestro entrenamiento.

Estoy preparado para todo, se supone que el día de mañana, los hermanos Zogratis atacaran nuestra base y la de Amanecer Dorado, en busca de nuestro Capitán y el Capitán William, para abrir el árbol de Qliphot y liberar a "Lucífero"... Estoy preparado para todo, para lo que venga, para lo que se me enfrente, no dejare a nadie morir esta vez.

"Asta" me llamaron "No pienses tanto en eso" Magna-Sempai, si pudiera, juro que no lo haría... Le sonreí "Todos estaremos aquí para ti" afile mi mirada, "De todos modos... ya tenemos un plan" Mis arcadas subieron por mi garganta, tape mi boca y me di la vuelta "¿Oye... estas bien enano?" lo ignoré, su mano toco mi hombro, mis rodillas tocaron el suelo. "Yami!, ¡Capitán!" grito, aunque para este punto, solo lograba escuchar un zumbido.

"Oye! ¡Oye!, quédate conmigo Asta, ¡no cierres los ojos!" Mi cuerpo completo choco duramente con el suelo "¡Asta!" La figura borrosa de Liebe abrazándome y gritando cosas, ahora inentendibles para mí se hizo presente "Asta!" así, cerré mis ojos.

-

"Veo que falta poco" '¿dónde estoy?' el lugar era oscuro, sombrío, no veía nada "Pronto estaremos juntos de nuevo, mi plebeyo" alguien me abrazo por detrás.

"Noelle!" exclamé, mis ojos se aclararon y claramente pude ver, la figura de la mujer que amo, su cabello plateado acariciándome el rostro, y sus manos pasando por mi pecho, sujetándolo fuertemente, como si no me quisiese soltar nunca más.

"Se que es injusto... sé que tuviste que pasar por mucho y sé que aun te falta, ¡pero... tu no merecías esto!"  sollozo en mi hombro, yo me volteé, acariciando su mejilla, le sonreí.

"Tranquila princesa... ya falta poco, pronto volveremos a ser felices juntos" su nariz y la mía se rozaron, pronto nuestros labios, hasta que, entre los dos, nos robamos el aliento por un beso profundo, dominante, en el cual los dos quisimos conseguir el control... Sus manos pasaron por mi nuca, las mías la tomaron por su cintura.

"Aquí estaré, prometo que no te dejare solo" susurro cuando nuestros rostros se alejaron unos centímetros, limpie sus lágrimas "Te lo juro... cuando todo acabe, cumpliremos nuestro sueño, tendremos una familia, viviremos juntos y aceptare la propuesta"

"Je... Sabía que aceptarías, solo lamento no haber sido más romántico" ella rio.

"Una propuesta de matrimonio en medio de la batalla, fue lo más romántico que ha existido" me abrazo fuerte.

"En una próxima vida... viviremos en un mundo donde no exista la magia, donde no seamos discriminados por nuestro nivel de poder, donde estemos tu y yo" 

"Lo dice el de nivel Arcano" escondió su cabeza entre mi hombro y mi cuello, respirando tranquila "Pero yo también quiero un lugar así" 

"Te amo" mis palabras llegaron a ella, sus orejas se sonrojaron violentamente y comenzó a tartamudear.

"B-Bakasta!"  exclamo, dándome un pequeño golpe en mi pecho "¡Y-yo, yo también te amo, mi Bakasta!"  un beso más, tan dominante como el anterior, tan cargado de sentimiento como todos los demás, tan delicioso como solo ella los sabe dar.

"Ya es hora de que vuelva" le susurre "Deben estar preocupados" ella me sujeto más fuerte, entrelazo mis dedos con los suyos, beso mis nudillos "¿O-oye, que haces?"  pregunte.

"No es obvio? no te quiero dejar ir, no quiero pasar ni un minuto más sin ti, me haces mucha falta, no puedo estar así, por mucho tiempo he intentado ser fuerte, repitiendo una y otra vez 'Aun no me rindo' te he esperado, pero ahora que te tengo, no quiero dejarte, ni siquiera si son minutos"