mi promesa más valiosa.

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 Pro-Asta

Estaba oscuro, se sentía tranquilo, era como tener los ojos cerrados, pero concentrándote bien, lograbas escuchar un pequeño arroyo, el cantar de las aves y la risa de dos personas.

Me acariciaron mi cabello.

Todo se hizo más claro... los grandes ojos de una mujer me atraparon, me veía desde arriba, al parecer estaba acostado en su regazo.

"Oh mi niño" su voz era suave, apaciguaba mi sentimiento de angustia ¿acaso la conocía? 

"Hola, mama" si, era ella la de los recuerdos de Liebe, le sonreí... ella también a mí.

me levante y el viento golpeo mi cara suavemente mientras batía mis cabellos... cuanta calma, era de día, estaba todo iluminado, el cielo era de un hermoso azul, 'no quiero irme de este lugar'

"Tienes que hacerlo" 'me quiero quedar contigo'... acuno mi cara entre sus manos "tienes que volver... no puedes quedarte, quisiera tenerte a Liebe y a ti conmigo, pero eso es demasiado egoísta sabiendo que tu deseas vivir"

Mi corazón se estrujo... 'por favor déjame aquí, mama' "Ellos entenderían si yo..."

"Asta, créeme cuando te digo, que en menos de lo que esperas, volveremos a estar los tres juntos"

"Prometes esperarnos?" solo tengo 8 años, no me vuelvas a dejas, mama.

"Lo esperare todo el tiempo, hasta que estemos reunidos como una familia... Tu hermano, tú y yo, no me iré sin ninguno de ustedes" sus lágrimas cayeron "Pero tu debes prometer que lucharas hasta el final... que no te rendirás y superaras tus límites" yo asentí suavemente, ella mostro su meñique, yo mostré el mío, cuando se unieron, una luz me cegó.

lo último que escuche... fue un "Nunca olvides que mami te ama Asta, a ti y a tu hermano" antes de abrir mis ojos y mirar un techo completamente hecho de piedra.

"Oh... veo que despertaste, ¿cómo te sientes?" 

"Como la mierda" le respondí a la voz a mi lado mientras mi cabeza se giraba levemente para poder verle

"Perdón por tenerte que hacer recordar esos días" 

"Tranquilo Marx, era necesario" el suspiro "Tuve o... tengo fiebre?" el pañito mojado en mi frente me lo confirmo, pero quería escucharlo de su boca.

"Si, después de eso te dio... y no se ha bajado en una semana completa" jadee asustado ¿cuánto he dormido? "Nos diste un susto... cuando al siguiente día no despertaste, tus hermanos llamaron a Owen, pero él dijo que te dejáramos descansar lo más posible"

"Donde están los demás?... dónde estamos?"

"Les iré a avisar que ya despertaste, ellos están comprando una sorpresa para ti en la capital... y estamos en el consultorio de Owen" 

"Espera!" el detuvo su andar y me miro "El rey mago sabe algo de lo que hablamos? ¿o vieron?" el negó con una pequeña sonrisa, que me tranquilizo.

"se lo íbamos a contar... pero tu esperaste a que él se fuera para decirnos así que supusimos que fue por algo" pareció pensar algo "Además... Liebe, el pequeño nos estuvo contando varias cosas que en realidad tienen mucho sentido" se volvió a voltear y se retiró.

"Una sorpresa?" murmure para mí.

En algún punto, volví a cerrar los ojos.

Alguien me zarandeo el hombro levemente, obligándome a despertar.

Me estaban mirando. 

"Hola" mi voz salió ronca, me aclare la garganta, alguien se lanzó en un abrazo a mí, luego otro y otro y sin darme cuenta, tenía una orden entera de caballeros acariciándome el cabello, abrazándome o haciéndome cosquillas "¡Basta! me harán llorar de la risa!" suplique.

Todos se alejaron permitiéndome sentar en el respaldo de la cama.

"Tuviste una linda siesta?" me pregunto Vanessa, yo asentí.

"Nos preocupaste mucho Asta" dijo Magna-sempai

"Perdónenme!" grite y ellos rieron fuertemente.

"Bakasta! ¡Ni siquiera después de una semana durmiendo dejas de gritar!" Noelle tomo mis manos, sentí mis ojos aguarse, respiré profundo y en un jalón la atraje a mí, escondiendo mi cabeza entre la suya y su cuello.

"No te vuelvas a alejar de mí, por favor" le susurre, ella después de su momento de shock, me correspondió, comenzando dulces caricias en mi cabello "Ninguno, no quiero que me dejen, no saben cuánto me importa cada uno de ustedes" levante medio rostro para verlos, ellos lloraban "Oigan, ¡pero no lloren!"  sus carcajadas aligeraron el ambiente.

Vanessa y Astrid se sentaron a nuestro lado, Los demás nos rodearon, solo faltaba el capitán, el vicecapitán y Yuno. 

Sin embargo, me sentía en casa.

"A partir de hoy, entrenaremos y nos haremos fuertes, nunca más volveremos a dejarte solo muchacho" Vanessa acaricio mi espalda.

"Asta... Gracias por cuidar a Marie" levante mis cejas... Gauche dijo mi nombre y me agradeció.

"Solo cumplía mi promesa a Usted Gauche-sempai!" él me sonrió

"Asta, ¡eres increíble!" me sorprendí, le miré intrigado

"De que habla Finral-sempai?" 

"Es que! ¡no cualquiera sería capaz de todavía seguir en pie a pesar de todo lo que ha pasado! eres super increíble Asta!" Finral nos dio un abrazo, luego, todos, incluyendo al bastardo de Yuno, se unieron.

La puerta de la habitación se abrió, llamando nuestra atención.

El capitán venia con los miembros de la orden faltantes, mi mandíbula casi cayó al suelo, por lo tanto, él se rio.

"Chicos... les presento a Zora, a partir de hoy es un nuevo miembro de los toros negros" 

"Mocoso, cuando baje tu fiebre, vendrás conmigo, aún hay alguien de la orden que falta, pero sin tu anti-magia sería imposible traerla"

"C-capitán!" lo mire a él, quien me veía con una mueca, le sonreí "Se que no me conoces, pero tal como a ellos, a ti también te extrañe... Zora"

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Voy a cumplir mis promesas




Regreso (Reescrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora