II

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Magnus

Se quedó dormido con la música, su cabeza choca con el cristal cada que brinca el auto, la carretera es mala, bajo velocidad y lo volteo hacia mi, tiene él sueño pesado, dejo un poco más de lo necesario mi mano en su mejilla, es cálida, se acurruca y talla con mi palma, eso es...sin palabras, que tiene este chico que lo hace especial?, su respiración es cada vez más profunda, Arctic Monkeys es sólo un murmullo de fondo para no despertarlo, duerme mientras manejo por unas horas.

- Que hora es?- esa voz adormilada me hace querer hacerle cosas malas.

- Las 8 am.

- Ya es otro día, no te cansas de conducir?

- Algo.

- Si quieres lo llevo yo.- me le quedo viendo de una forma tan escéptica que se sonroja.- está bien, no fue una de mis mejores ideas, después de todo uno no confía en un infectado nivel 5 verdad?, no hay civilización en muchos kilómetros, porqué no estacionas y duermes un poco?.

- No.- un rato después siento que mis ojos se cierran, me detengo bruscamente, hay un árbol cerca, voy hacia el y me paro bajo sus ramas.- Tú vas a ser un buen niño y te portarás bien mientras tomo una siesta vale?, después seguiremos.

- Si papá.!- su tono es todo menos burlón, no seria prudente cerrar los ojos con un loco a mi lado, bajo y paso hacia él, lo saco y amarro de las esposas al árbol.- No creo que me escape a ningún lado sabes?.

- No confío en ti.- hace un gesto de sujetar su corazón.

- Me dueles, pensé que ya éramos amigos.!

- Eres dinero niño, no te confundas.- a juzgar por su expresión le dolió lo que dije, se deja caer en las raíces, abraza sus rodillas y se recarga en ellas, no me gusta verlo así pero es cierto, sólo es dinero y debo repetirme eso cada vez que piense en que se siente mal. Me subo de nuevo al sedán, pongo seguro, desde aquí veo al chico, me recargo y cierro los ojos dejando que el sueño y cansancio de todos los días anteriores me consuma.







































Siento que alguien me mira, es muy pesada la mirada.

- Alexander deja de verme.- aún no abro los ojos, sigue esa extraña y nada grata sensación, de pronto me acuerdo que no puede ser Alec porque lo dejé amarrado a un árbol afuera, ahora si abro los ojos y salto hacia atrás con lo que está ahí, a un lado de mi puerta un infectado cubierto de sangre me observa, se lame los labios provocandome asco.
Mierda..., Alec, dejé a Alec afuera y amarrado,¿ cuando se me ocurrió tal estupidez?, volteo a verlo, está recostado durmiendo, o no, gran error, el infectado sigue mi mirada, sus ojos brillan con algo malvado, se lanza corriendo hacia él.

- Nooo.!- jalo la manija pero le puse seguro, un grito de Alec, boto el seguro, bajo y corro hacia ellos, el infectado está sobre el razguñando tratando de quitar su pantalón y manoseandolo, el chico no se puede defender, grita y llora con las marcas de uñas que ya tiene esparcidas por el estómago, me lanzo a quitárselo, lo arrojo lejos de él, saco mi pistola y disparo tres ráfagas rápidas a su cráneo, estalla esparciendo sesos por el suelo, está muy muerto, volteo hacia mi niño que está echo bolita con los brazos cubriendose, están repletos de marcas que sangran.

- Alexander.?- me acerco pero se aleja todo lo que le permiten sus ataduras ocultandose más en él mismo. Duele pero después de todo fue mi culpa, yo lo dejé indefenso aquí en el peligro.
- Alexander?- tiembla con los sollozos contenidos.
- No te haré daño Alec.- deja escapar un quejido lastimero que me llega como un golpe físico.
- Alexander por favor.- sigue temblando, corto el lazo que lo sujetaba al árbol, se arrastra medio gateando detrás del tronco, solloza fuerte desde allá.
- Alexander ven conmigo... - nada.
- Alexander lo siento, sé que fue estupido de mi parte dejarte así y en verdad lo lamento, Perdóname si?.- Asoma un poco su rostro bañado en llanto por un lado.
- Prometo no lastimarte más de acuerdo?.- sale un poquito más dejando ver la mitad de su cara, un feo rasguño corre por su mejilla y quiero revivir al imbécil sólo para matarlo de nuevo.
- Yo voy a cuidarte Alexander, por favor ven conmigo.- extiendo la mano como si se tratase de un animal herido, de un momento a otro gatea frenéticamente todo lo rápido que le permiten las esposas y se refugia en mi, en mi pecho y mi regazo, tiembla soltandose a llorar, lo abrazo y sobo su espalda en círculo con caricias tranquilizadoras.
- Ya pasó, ya pasó, estás a salvo.- permanecemos así un rato hasta que se calma.
- Necesito limpiarte vale?- sólo asiente, pasó un brazo por debajo de sus piernas y dejó otro en su espalda, lo cargo llevándolo al asiento del conductor aprovechando que dejé la puerta abierta, del asiento de atrás traigo la mochila, hay un poco de alcohol en ella, arranco un pedazo de mi camisa y lo empapo, cuando toca su mejilla hace un gesto retirándose un poco, doy toques ligeros hasta que está limpia.
- Necesito ver.- vuelve a asentir y levanta un poco los brazos, subo su playera hasta los hombros, comienzo a desinfectar las marcas, es un buen cuerpo, ni debilucho ni musculoso exagerado, está bien definido, termino con los rapones y paso a las que sangran, aprieta los dientes pero no se retira, ya que están todas limpias saco una venda y le envuelvo el torso, bajo su playera Y veo sus manos, las muñecas sangran.
- Qué...- es obvio que fue jaloneandose tratando de quitarse al loco, busco en mi pantalón las llaves, se las quito y echo alcohol en las heridas.

Me Enamoré de Ti (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora