Una motivación extra

Día en familia

Aquí nos encontramos nuevamente, Peter Parker era conocido por muchos apodos, "nerd", "raro", "torpe" y un montón de muchos apodos más "cariñosos y respetables" hacia su persona, haciendo cuenta desde que estuvo en la preparatoria como durante su trabajo con triple J, aún recuerda su cara de incredulidad cuando presentó su renuncia al Bugle, las lágrimas de Betty y el prometer verse de vez en cuando como mínimo para beber un café.

Pero entonces se estarán preguntando, ¿De que vive el arácnido?, Pues muy sencillo señoras y señores, de sus patentes, si como lo leen y escuchan en su mente, no fue un idiota y tampoco desperdicio las pocas si no es que hasta nulas oportunidades que le dio la vida, vendió algunas de las patentes menos importantes, "reemplazables" por así decirlo de su múltiples inventos que hizo durante su vida, el más importante en si, fue un programa junto con adaptadores para equipo científico dirigido completamente a la química yéndose más que nada hacia las áreas médicas, no era millonario pero ciertamente tenía cierta cantidad de millones, aunque no superaba los dos dígitos.

Aún así el en ningún momento perdió el tiempo, no solo entrenando mucho más para su trabajo heroico sino incluso siguiendo con sus estudios, hasta había conseguido su doctorado a pasos agigantados, como diría cierto hombre con extremidades "pulpescas", era el mismísimo Doctor Parker.

Cómo sea, era un nuevo amanecer para el joven Parker quien queriendo rehacer lo que había hecho el día anterior se levantó está vez con más cuidado para no despertar a Leah ni a Rio ya que era aún un poco de madrugada lo cual le daría el tiempo suficiente para preparar el favorito de la madre Morales, algo que descubrió de ella es que no disfruta tanto del picante si no que es más de las cosas agridulces por lo que se esmeró bastante con la comida, pollo agridulce proveniente de las mismísimas enseñanzas de la tía May con un exquisito arroz condimentado aunque se encargó de preparar un poco aparte para su pequeña en caso de que fuera demasiado esfuerzo en sus papilas gustativas, si señores, hasta ese punto se preocupaba el trepa muros.

Y yendo a otra parte después de un tiempo, más específicamente de regreso a la habitación del héroe, una hermosa mujer comenzaba a despertar conforme sentía los rayos del sol al entrar poco a poco por la ventana, siendo más algo agradable por el calor en su rostro.

Levantándose con cuidado observó su alrededor viendo a la pequeña Leah abrazada a la almohada mientras tenía la sonrisa más radiante que jamás habia visto, lo cual fue aumentando tras besar la frente de la niña, aunque dándose cuenta después de la falta de cierta presencia masculina por lo que levantándose de la cama y cubriendo con las sábanas a Leah, empezaría a dirigirse al baño para lavarse la cara hasta que escuchó el ruido en la cocina, cosa que no pudo evitar revisar.

Ahí estaba él, aquel joven que conoció ya hace tres años, aún recuerda la primera vez que su hijo los presento con la excusa de ser un amigo y tutor para sus clases, y aún más recuerda el giro de 180° que fue después confrontarlo al descubrir la identidad de los dos, ese día estaba tan enojada, tan preocupada y sumamente rencorosa, pensar que su hijo hacia esa clase de cosas cada noche....pero todo cambio tiempo después, al conocer mejor al muchacho que tenía frente a ella, lo que le motivaba, lo que engrandecia sus habilidades, simplemente por más enojada que estaba jamás pudo negar que era un buen muchacho.

Y como todo buen muchacho no pudo evitar voltear a verla tras sentir su mirada, quedándose conectados durante unos segundos hasta que le dedicó una pequeña sonrisa.

— ¿Dormiste bien Rio?

— Si Peter, ¿Que haces despierto tan temprano?, Incluso estaba preparada para hacer el desayuno.

— Por favor Rio ya no soy el niño que conocías, al menos ya me levanto temprano y no estoy haciendo todo al mismo tiempo como un desquiciado por estar tarde para algo....al menos ya no todo el tiempo..