Eres Mio. Así lo deses o no.

Capítulo 23:

El humo del cigarrillo se esparce entre el aire frío que acaricia las mejillas de bakugo. Era muy joven para fumar o tomar como suele hacer, pero ¿que más? ¿Hay que fingir que de verdad todo en la vida de este chico es correcto?.

Tira por la ventana la basura restante del cigarrillo, mira al frente, encontrando el tan silenciosos amanecer. Siempre le gusta contemplar la luz del amanecer, le gusta ver los paisajes. Le gusta las cosas hermosas...

Odiaba como se sentía cada vez que se peleaba con izuku. ¿Por que era asi? Siempre ese sentimiento de vacío y constante lejanía?, sabía que estaba casi al lado de la habitación pero.. ¿Por que esta lejanía? Esa sensación en el pecho que le hace querer asegurarse que esta ahí, ¿por que? Quisiera saberlo, solo el aroma, la sensación de su garganta y el humo le hace estar tranquilo. Piensa en lo mucho que le izuku ignora sus sentimientos, ¿por que simplemente aceptaba?, ¿Que podía perder?

- kacchan.

Por un momento siente que realmente desapareció entre sus sentimientos y pensamientos, bakugo había salido de la burbuja de pensamiento que acaba de reventar; voltea mirando a este desde la ventana a la puerta, el chico de pelos verdes sostiene una plato con galletas recién hechas apenas asomando su rostro por la puerta junto apenas visible aquella charola. Sabe que son galletas, el aroma lo deja claro.

- traje esto para ti. ¿Podemos comerlas?..

Bakugo mira al suelo uno momento debatiendo si era el momento correcto o no hacerlo, después de todo seguía molesto, no quiere confundir sus sentimientos por unas galletas. Quería explorarlo, razonarlo, no distraerse con él, sin embargo este siente como entra izuku a la habitación algo temeroso de su reacción, camina hasta el y este le muestra las galletas hechas, olorosas y crujientes.

- chocolate..

Izuku sonrió para darle la confianza de que las tome pero este no lo hace. Bakugo de alguna forma siente que se está vengando por como le trato antes con su propuestas, siempre se ha sentido rechazado, por cualquier persona que debería ser aceptado sin embargo el ego trata de esconder ese sentimiento con auto halagos vacíos que intentan ignorar el hecho.

Odiaba que incluso izuku hacia eso, simplemente entregando cosas como una estúpida disculpa ¿No tenía unos putos labios para decirlo? Aunque, sabe que si lo dijera aún así sentiría vacía esa disculpa. Suspiro.

En cambio izuku se siente culpable de como se siente bakugo, sabe bien que esta molesto, sabe bien, por que todo esto esta sucediendo, pone la charola en la mesita de noche cerca suyo sabe bien que esto es su culpa, izuku lo abrazo con algo de fuerza por justo en medio de su cadera y pecho, suspiro atrapando al otro, posando su mejilla en el pecho contrario, sintiendo la calidez de su cuerpo, la suavidad de la camisa y el incómodo pero relajante aroma a cigarro.

- Dime algo por favor..

Izuku le miro a los ojos del contrario, ellos no lo estaban mirando, tomó ese atrevimiento, tomó de las mejillas y haciendo que bakugo le mirara. Pero este solo le mira como un muñeco estático Y sin vida, con neutralidad, sin un solo rastro de vida realmente está molesto, e izuku le dio un beso, esperando que este de nueva acción para le diga algo o simplemente se niegue, trato de hacerlo profundo pero el otro no se mueve, le mira una vez más ya desesperado.

- Kacchan por favor, por favor, hablame. - ya al borde del llanto espera que conteste lo que pide, sin embargo no hace nada. Eso le desespera mucho más. Apretó sus mano con mucha molestia izuku, golpeando el pecho contrario separándose del abrazo sin hacerlo completamente, apenas un alejó pequeño.- ¡Contestame!

- ¿que quieres que diga?. Si quieres comer esas galletas, hazlo. No me interesa. - Apartó el cuerpo del otro rechazando sus acciones, le molestaba que simplemente fingiera que nunca paso lo de antes, y lo de antes de eso. Le molestaba que se tomará esa libertad, de decidir quién era el malo o quien tenía las manos amarrada.