2. De pausa en pausa

898 79 69
                                    


—¡Nos vemos mañana, Inosuke! 

—Mandale saludos a tu divinidad de madre de mi parte~

Tanjiro y Zenitsu se habían despedido, mientras Genya que terminaba la llamada con su tutor, alzaba la mano para despedirse del chico de cabellos azules.

—No hagas un desastre en lo que llega tu mamá.

—Ni que fuera ustedes con el chocolate…

—¡No nos culpes! ¡Es nuestra primera vez haciendo esto! —Gritó el rubio, ajustando su bolso de mandado. El Hashibira solo soltó una risa socarrona.

—Ya, pierdanse bobos.

Los tres se despiden una vez más, para así seguir su camino hasta donde tuvieran que separarse para regresar a sus casas.

Habían terminado con éxito los chocolates para sus enamorados, incluso Inosuke terminó uniéndose a la cocina –Además de querer devorar todo chocolate que se pudiera encontrar– hizo los suyos propios, también lo que llevó a ofrecer su casa para la preparación, puesto a que era la más grande que la de Zenitsu, que iba a ser en un principio en aquella para ir.

Genya sujetaba un Topper con dichos dulces, sus amigos habían guardado los suyos en sus cajas de regalo que habían comprado en la misma tienda donde consiguieron los ingredientes, no obstante este había querido hacer su propia cajita en casa; tratándose de una confesión bastante importante, la presentación del regalo al menos debía ser hecho desde lo más profundo de su corazón, ¿no? 

A pesar de todo, aún siguió teniendo ratos dudando sobre lo que hacía. Tanto por si los bombones serían del agrado de Sanemi, que no se haya equivocado en algún paso; si tendría una manera ideal para dárselos, o si al menos, pudiese ser considerada su confesión como algo severo.

—¿Listo para lo que se viene mañana, Genya?

—Supongo —Suspira un poco, ajustando su agarre al objeto entre sus brazos, apretando un poco— Aún me encuentro nervioso, digo, ha de ser normal, cuando estás a punto de hacer algo que puede cambiar por completo tu relación con… Esa persona… Sea para bien, o para mal.

El pelirrojo asiente. Zenitsu tan solo mira la conversación en su propio lugar, mientras sus manos juegan un poco con el moñito decorando su caja en forma de corazón.

—En eso tienes razón. Es normal estar nervioso —Kamado logra reír— Pero mientras logres transmitir lo que quieres que Shinazugawa-san sepa, estará bien. 

—Si, que va. No vayas a ser como Tanjiro que se trabó al momento de confesarse a Tomioka-sensei… —Interviene Agatsuma, con cierta burla— Le diste un spoiler unos segundos antes de que dijeras algo, llamándolo cómo "mi amor"-

—¡Z-Zenitsu! —Reprocha Tanjiro, haciendo que su rostro esté más rojo que su propio cabello.

Genya solo se limita a reír, pues recuerda esa anécdota que le contó el mismo rubio, le hubiera gustado estar presente en cuanto sucedió aquello, pero si mal no recuerda, él estaba en unos días fuera de la ciudad por asuntos personales cuando todo ese show sucedió.

Pero ahora que lo piensa, puede que ese vaya a ser su caso si no se preparaba lo suficiente.

¿Y si piensa que todo es una broma? Vuelve a esa opción de que probablemente y su confesión no sea nada serio para el mayor, ahora solo teme a qué le parezca un simple juego más de los tantos que se han hecho, por lo mismo, de que su relación siempre estaba conformada cómo la de una de hermanos.

Baja su mirada, la inseguridad comienza a atacarle los nervios, por enésima vez en el día.

—¿Y si mejor le escribo una carta y se la dejo con los chocolates? —Opina él, creyendo que esa opción sería menos dolorosa, en caso de que lo rechace, no estaría viendo su rostro de desaprobación— O mejor, quizás no deba decirle na-

Oportunidad de color rosa [SaneGen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora