Capitulo XII - Fin.

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¡Papi! – grito una pequeña niña mientras entraba corriendo a la oficina de su padre.

Oh, inayha ¿Que sucede corazón? –cargo a su pequeña hija y la sentó en su regazo.

¡zariq no quiere ir a jugar! – la menor se cruzo de brazos he hizo un puchero.

¿Zariq? Cariño...tu hermana se está preparando para ser reina. Déjala un rato en paz, ¿por qué no juegas con jabiut? – acario el suave y sedoso cabello de su menor hija.

Jabiut solo se la pasa practicando con su lanza...papi ¿Tu crees que en algún momento podré utilizar una arma? – los ojos de la menor empezaron a brillar de la emoción.

Claro que si – fue interrumpido por su esposo.

¿Que arma te gustaría inayha? Lanza como tu padre o arco como tú "papi" – movió los dedos en señal de sarcasmo haciendo sonrojar al contrario, este sabía perfectamente a lo que se refería.

¡C-cyno! – se tapo la cara para que su hija no lo viera en ese estado.

Ambos padres se quedaron platicando con su hija. Hasta que la menor se quedó dormida en los brazos de su padre.

Déjame ayudarte Nari – le quitó la niña de los brazos. Tighnari se apoyo en el hombro de cyno hasta llegar a la habitación de la menor.
El mayor la recostó y la acomodo para luego ambos salir de la habitación tomados de la mano.

Cyno, ¿dónde está zariq? – pregunto su pareja.

Está descansando – tighnari suspiro. Cyno solo lo miro y ambos se besaron.
Al pasar de los años; los hijos que tuvieron de sus otros matrimonios crecieron y los criaron como una familia.
Zariq (hija de cyno y nilou) y jabiut (hijo de tighnari y Phella).
Pero ambos reyes querían algo que fuera de los dos. Claro sus hijos no les molestaban, en cambio. Eran sus adoraciones. Solo que deseanban tener a un hijo que sea de ambos.
Y así fue como convocaron a el grupo de brujas y con su ayuda y la de la alquimia crearon a su pequeña hija, Inayha. Una chica de hebras blancas, piel ligeramente bronceada. Orejas largas al igual que una cola curiosa que se movía por doquier.

Sus ojos eran peculiares. Eran rojizos pero con un ligero toque de azul claro.
Aquellos ojos que hipnotizan a cualquiera.

Desde ahí ambos criaron a sus hijos con dedicación y amor.
Cyno y tighnari se habían casado, ambos eran felices y se amaban, en las buenas y las malas.
La ciudad de Sumeru había cambiado en los últimos 10 años, desde la unificación de reinos, la muerte de ambas reinas y la nueva akademiya era como si en unos años Sumeru había dado un giro de 360°.

Un día de primavera, el clima caluroso era presente en la ciudad...ni hablar del desierto.

No fue hasta que tighnari escucho una pequeña explosión por los campos verdes de Sumeru.

Tighnari alertó que las tropas salgan, en ese momento cyno estaba en el desierto. El de orejas llamo desesperadamente a su esposo, cosa que respondió y entendió lo significaba.

Beelzebub habia llegado...

Cyno ordenó que se llevarán a sus hijos a la familia de tighnari.
Cosa que se obedeció, las explociones se escuchaban cada vez más cerca, tighnari sabía que era la propia arconte electro. Alguien que sabía que era superior a el.

Sabía que era cruel de su parte mandar sus tropas a luchar contra un pueblo superior a de el.

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Nahida...¿por qué finges algo que no eres? – tighnari miro a su pequeña hermana. Este sabía quién era pero quería que nahida le explicará.

¡Enemigos Amantes! • • CynonariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora