Jisung apenas y pudo dormir, la música escandalosa del vecino no le permitió pegar el ojo ni siquiera por tener tapones; Felix por otra parte lucía impecable, como si no hubiera existido una fiesta literalmente a unos centímetros de la cama en la que durmió.
Estaban comiendo y Felix se encontraba tarareando algunas de las canciones que los chicos habían reproducido a lo que como repuesta tuvo un suspiro de su amigo.
— Fex, no pude dormir por esas músicas y tienes el valor de tararear esas canciones —. El rubio soltó una risa asintiendo.
— Disculpa Sung, pero es pegajosa, las que no conocía las guarde ¡Escucha! — Exclamó el chico poniéndole "play" a una de las músicas que había buscado.
Baby, me he da'o cuenta que te amo...
El dueño del departamento bufó y le dió pausa a aquella música que había reproducio su compañero.
— Esa canción no, de solo escucharla recuerdo al pelinegro ¡Qué coraje!! —. Grito tirandose al respaldo de la silla.
— ¿Coraje? Si cuando se te acerco, tu rostro se veía más... —. Jisung se paró de la silla golpeando sus manos a la mesa apenado, sabía cómo se veía su rostro, aquél chico le había alborotado las hormonas. No quería escuchar que Felix comentara lo obvio así que se excuso de que ya era tarde para ir a la universidad.
Llegando había un alboroto, Felix estaba curioso pero el castaño no le permitió ir a chismear, no era el momento para andar de chismosos, debían buscar su horario e ir a sus clases.
— ¡Hey! Aquí Sung, Fex —. Habló un chico lindo con mirada de un pequeño cachorro, este era Seungmin y era un amigo en común de los dos; era muy inteligente, amable y era cariñoso.
— Seung, dime plis que sabes que onda con el alboroto—. Exclamó Felix mientras que Jisung algo molesto se acomodo en su lugar.
— Wow, alguien amaneció gruñón... Y si sé Fex—. El rubio se sintió curioso mientras que Jisung no le tomo tanto interés.
— Ignora al viejo cascarrabias, no es el mismo cuando no duerme bien, tu cuenta, cuenta.
Seung comenzó a reír asintiendo — Nada nuevo, bueno sí, hay nuevos que andan sacudiendo hormonas, están guapos, hay que admitirlos pero creo que están haciendo mucho alboroto —. Comentó el chico cachorro a lo que los otros dos asintieron, si Seungmin decía eso es porque quizás los chicos no eran tanto como para estar así.
Estaban por acabar las clases, Jisung se encontraba en las gradas esperando a sus amigos; ellos habían ido a la oficina a verificar algo así que el decidió quedarse a estudiar, todo iba bien, tanto que tenía un mal presentimiento y fue así que de nuevo un grupo de chicos trajo su "estúpida y sexoza música" que Jisung odiaba con todo su ser.
— ¡Esto es propiedad de todos los alumnos no solamente de ustedes!! — Gritó el castaño pero no recibió ninguna respuesta, quería volver hablar pero al ver al alto rubio quiso evitar más discusiones, ese chico era tan terco.
— Estúpidos, jóvenes de hoy en día, creo que hasta soy más grande que ellos y me tratan así —. Murmuró para él mientras su mirada se dirigía a ellos; no iba a quedarse aquí más tiempo, así que camino pero su cuerpo choco con alguien... Ese olor, no pudo levantar la mirada, sentía que su cuerpo reaccionaba inmediatamente a ese aroma. — D-disculpa, debo irme—.
Escuchó como el chico se ponía a su altura acercando su rostro nuevamente al oído de Jisung. — Si así te escuchas nervioso ¿Cómo será que te escuches gimiendo mi nombre?
¡Otra vez, mierda! Las mejillas de Jisung se ruborizaron y salió corriendo de ahí; alcanzó a escuchar unas cuantas risas, podía jurar que ese tipo hablaría de lo que pasó con sus amigos fanfarroneando.
Jisung era virgen, más que eso, jamás había tenido un contacto tan brusco o de coqueteo, se sentía algo acosado.
Recalcaba algo porque muy en el fondo ese chico tenía algo que hacía que el cataño se estremeciera.Las horas pasaron y Jisung estaba hablando por teléfono con sus amigos en la entrada de su departamento, acababa de llegar de haber jugado horas en el arcade con ellos para despejar la mente.
Solo quería sentirse más libre y dejar de escuchar esa "estúpida música" que le recordaba al joven pelinegro.
— "Fex, estoy seguro que Seung hizo trampa ¿De un día para otro puede volverse bueno en un juego?".
{Murmuros del teléfono}.
— "¡Dejen de decirme que soy un mal perdedor!" —. Infló sus mejillas mientras buscaba sus llaves para abrir su departamento.
{Vuelven a sonar los murmuros}.
— ¡Cómo son ter!... —. Cuando menos se dió cuenta una rojiza manzana rodó del suelo, chocando contra su zapato.
El castaño se inclino para recogerla, tomándola y levantando su cuerpo a los segundos para poder entregársela a su dueña o dueño que de seguro estaba a manos llenas según su pensamiento.
Lo que sus sentidos detectaron fue todo un alboroto, al levantar su mirada vio a... ¿Su vecino? Este estaba vestido con ropa holgada y en sus manos sostenía bolsas del súper y efectivamente, como él pensó, casi a manos llenas.
Cuando el chico de expresión seria le dirigió la mirada, sus piernas de nuevo temblaron pero sintió algo de calma al ver esa pulcera en la muñeca del vecino.
Era similar a la suya, realmente el castaño sabía que las casualidades existen pero esa pulsera, solo la podía tener...— ¿Lee Minho? —. Ingirió un trago grande saliva al decir ese nombre, si se equivocaba ¿Qué diría el vecino? Qué ya anda fantaseando o no sé que, la verdad es que solo estaba nervioso.
El pelinegro acomodo las bolsas dejándolas en una sola mano y así poder tomar de manos del chico lo que le pertenecía. No salía de su boca ninguna palabra lo que hacía que Jisung se pusiera más nervioso.
— La manzana está muy roja ¿No lo crees? — Sonrió con la mirada puesta pero Jisung solo se confundió ¿Qué tenía que ver eso con su pregunta?
— Me encantaría dejar así de rojo tu trasero, hyung —. Guiñó su ojo derecho al mismo tiempo que soltó una suave risa.
¿El chico que cuido de pequeño?... ¿Se le estaba insinuando?
Por alguna razón eso lo puso más nervioso, sus mejillas estaban tan rojas que podía jurar que la risa del menor era más por su reacción.
— Eres lento, no cambie tanto como para que me olvidarás hyung, eso merece un castigo... Mejor no, por alguna razón a usted le gustan esas cosas, lo sé por tus mejillas y esa mirada, quién diría, mi querido hyung es todo un pervertido... ¿Ya comenzaste a fantasear conmigo? —. Han manifesto en su rostro enojo mientras pisoteaba el suelo; más que parecer enojado a Minho le causaba ternura y risa.
El pelinegro tomo tan a la ligera al mayor que solamente camino a un costado de él.
— Escucha Minho, no debes decir esas cosas ¡Que crees que estás diciendo! ¿Qué haces? No eras así.
— ¿Qué no debo decir? Y está claro hyung, no era así, ya crecí... Es más si quieres ver cuánto crecí, ven a mi departamento, juguemos como solíamos hacerlo, yo pondré las reglas está vez —.
— ¡Lee Minho! ¡Basta! —. Regaño mientras que el pelinegro lo ignoraba, este solo abrió su puerta metiéndose en su casa no sin antes regalarle una sonrisa al colorado Han Jisung.
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¡Obedece a tu hyung!
FanficHan Jisung es un chico universitario de veintitrés años; él cual amaba su tranquila vida; dejo su pueblo junto a sus recuerdos para poder hacer su sueño realidad, todo iría bien de no ser por la llegada de Lee Minho, un jóven proveniente de su puebl...