La niñez es algo hermosa, depende del punto de vista y de como aquellos ojos estén contemplando la situación; recordando que a lo largo de tu vida te encontrarás personas que la hagan difícil o seres maravillosos que quieran verte iniciar tu vida con una bella forma.
Es así como Han Jisung, vivió cómodamente en su pueblo sin preocupaciones, solo jugando y cuidando de su pequeño amigo.
- ¿No me dejaras nunca? ¿Verdad hyung?
- Claro que no, juntos siempre, tu hyung te ayudará en todo.Fueron palabras que replicaba el chico de cabello castaño a su menor, palabras de las cuales tuvo que olvidar para poder iniciar nuevamente una vida en la ciudad.
No salía a fiestas, no fumaba, nada, su vida era dedicada a estudiar, trabajar de vez en cuando, nunca se metió en problemas y siempre tuvo una vida placentera o eso era lo que el joven pensaba, ya que en esos momentos estaba encontrá de la pared con su rostro demasiado cerca de otro.
- Hyung, la vida es dura pero si quieres puedo mostrarte algo más duro.
"Vaya fanfarrón y odioso".
Palabras que por el tono dicho lo harían reír pero el castaño solo podía sentirse intimidado por el joven pelinegro que se encontraba con evidentes ganas de comerle la boca.
- Ya basta, comportate, haz caso, solo obedece a tu hyung.
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¡Obedece a tu hyung!
Hayran KurguHan Jisung es un chico universitario de veintitrés años; él cual amaba su tranquila vida; dejo su pueblo junto a sus recuerdos para poder hacer su sueño realidad, todo iría bien de no ser por la llegada de Lee Minho, un jóven proveniente de su puebl...