Capítulo 5
-Carlaaaa – dije inclinando mi boca hacia su oído, pero sin sacar la mirada de Hilario -. Tengo miedo...
-¡Ay! ¿Qué puede llegar a hacerte? No seas psíquica.
-Es que me da nerv... - me callé, él estaba a mi lado.
-¡Hola Emilia! – me dio un beso en el cachete muy intenso -. ¿Qué hacen dos señoritas tan lindas aquí solas?
-Em – Carla me interrumpió y dijo: -Paseando...
-Me alegro. Bueno, espero que me sepan disculpar, me debo ir.
-Nos vemos – dije muy nerviosa.
Me agarró de la pera – igual como hizo en el auto – me miró a los ojos profundamente y me dio otro beso en la mejilla.
A Carla la saludó normal...
Ya se había ido.
-Emilia – dijo girando la mirada hacia mí -, ¿ese es? ES PRECIOSO – dijo agarrando con sus dos manos su cara.
-¡Sh! Baja el volumen.
p-Tienes que conocer el mío...
Me le quedé mirando. No podía creer que lo había olvidado. Ella me había contado algo y no le di importancia. Me sentía muy mala amiga.
-Carla, en serio, perdón... Nunca me interesé en el tema. Pero no era porque no quería, no me di cuenta...
-Nena, está bien – largó una carcajada al ver lo preocupada que estaba -. Es muy guapo...
-Están en algo... ¿formal, serio?
- No aún...
Nos fuimos a almorzar a un McDonald que había allí.
Luego fuimos al colegio. En el camino hablábamos de él.
-Y ¿cómo se llama? –dije
-Julián – bajó la mirada colorada -. Tiene veinte.
-¡Guau! ¡Qué lindo que mi amiga tenga novio!
-No aún – me corrigió.
-Bueno... ¡Casi novios!
Carla me largó un gruñido.
Después de un largo día de escuela, de bancarme al profesor Crinno, a la profesora Menfi, en fin, todos los malditos profesores, llegué a casa y me hice una taza de chocolate y me fui a mi escritorio. Estaba en la computadora investigando sobre aquella dirección que rondaba en mi mente. No podía dejar de pensar en eso.
-Portecol 1536-
<<Sin Red>>
Largué un suspiro, pero de inquietud.
Mamá y papá aún no llegaban, trabajaban.
Fui a mi habitación y me recosté mientras leía mi libro favorito.
Sonó mi celular y salté sobresaltada.
-¿Hola? – Estaba, aún, con el pulso acelerado.
-Emilia, soy Hilario – me calmé -. ¿Harás algo esta noche?
-Hilario. No sabría decirte. ¿A dónde iríamos?
-Sorpresa...
No sabía a qué se refería.
-Bueno, te llamaré cualquier cosa.
-No demores...
-Está bien, chau.
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Noches Eternas
Teen FictionEmilia, una joven de diecisiete años, es una muchacha de muy fuerte carácter y nunca se había enamorado, ella sólo vivía en el mundo de los libros y de los personajes. Hasta que un día un chico entra en su vida, y todo cambia por completo. Aprende a...