Capítulo 1

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Nota: Si has venido a darle una oportunidad a esta historia, te agradezco mucho por tu apoyo. <3
Como podrán haber visto en la descripción esta historia se concentra  en dos mejores amigos.
Será una historia corta, con pocos capítulos, quizás con 5 o 6, aún no lo sé, pero la verdad espero que les guste y se queden. (⁠ ⁠◜⁠‿⁠◝⁠ ⁠)⁠♡

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Estoy soñando...

Estoy soñando que vuelo y se siente tan real. Incluso manipulo el sueño a mi antojo si ocurre algo que no me gusta, sólo retrocedo todo y problema resuelto, después de todo es mi sueño, ¿no?

Se siente tan bien que no quiero despertar, pero sé que dentro de poco la alarma sonará, por lo que me preparo mentalmente.

Pero irónicamente no me despierto por la alarma, si no por un odioso ruido.

Me levanto adormecido y veo la hora en el reloj, 3:50AM

A decir verdad pensé que era más tarde...

El ruido todavía sigue; pequeñas piedras son azotadas en el vidrio de mi ventana, y ya sé de quién se trata.

Me dirijo hacia a ella para abrirla y dejar entrar al ser que me ha interrumpido mis sueños.

—¿Otra vez? —Le digo con tono cansado, él sólo se encoje de hombros y entra. —No puedes seguir así. Te he dicho miles de veces que te vengas a vivir de una vez por todas aquí y todavía no lo haces.

—Ojalá fuera tan fácil. —Se queja quitándose los zapatos para acostarse en mi cama.

—Sí René, si lo es. —Le reprocho con los brazos cruzados.

—Ven, vamos a dormir. —Él ya se encontraba cómodo en mi cama a punto de dormirse.

Definitivamente él no tiene remedio. No me quedó de otra que dormir a su lado.

Mañana sería un nuevo día y hablaríamos al respecto.

***

—¿Qué vamos a desayunar hoy? —Pregunta René como si fuera un niño ansioso de 5 años.

—Waffles y jugo de naranja. —Le responde mi madre con tono dulce.

Yo solamente volteo los ojos.

—¿Qué tienes? —Me pregunta el castaño.

—Nada.

—Dimeee. —Insiste y se me acerca demasiado, tanto, que es incómodo.

—¡Ya te dije que nada! —Exclamo avergonzado.

Mi madre se aclara la garganta y habla. —Cambiando de tema, ¿ya pensaste en mudarte con nosotros, René?

Él sólo desvía la mirada, nervioso e inquieto.

Comienza a jugar con sus dedos y ahí entiendo que no se siente bien, que todo ese "buen humor" que ha tenido hoy, ha sido una mera fachada.

—Creo que todavía necesita más tiempo, mamá, no es nada fácil. —Respondo por él.

Ella parece entender la situación y deja el tema.

—Bueno chicos, ya me tengo que ir al trabajo, que disfruten el desayuno. —Se despide dándonos un beso en la frente a cada uno.

Mi mamá también trata a René como un hijo, después de todo lo ha visto crecer.

René y yo somos mejores amigos desde tercer grado de primaria.

René y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora