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Tsuki y Tatta buscaban un carro que usara Diésel.

-Mira este carro, ¡qué lindo!- dijo Tatta emocionado.

Tsuki rió un poco -No más lindo que tú- El chico se sonrojó.

-Quisiera llevarlo pero es muy bello como para que se use-

-Llévalo de adorno- bromeó la chica.

-Ann dijo que nos viéramos en el centro comercial que quedaba cerca del taller, ¿verdad?- preguntó Tatta.

-Sí, que recuerdos- respondió Tsuki.

-Exacto… este sirve- dijo él al ver un carro antiguo.

-Tienes buen ojo- comentó ella sonriendo.

Tras llenar el tanque de gasolina y hacer que funcionara el carro se dirigieron al centro comercial en el que quedaron anteriormente, de camino pasaron por los lugares en los que anteriormente trabajaban ambos.

-Se me antojó un frappuccino- le dijo Tatta a Tsuki en son de broma.

-Yo te invito a uno- siguió jugando ella riendo -¿Y si se arruina el auto?-

-Yo lo reparo, bella-  respondió él.

Llegaron al centro comercial, era pequeño, por lo que notaron rápidamente que Ann no había llegado.

-¿Qué hacemos mientras esperamos a Ann?- preguntó Tsuki.

-Busquemos un lugar para dormir, ya casi es de noche- sugirió Tatta.

Vieron que había una tienda de camas y colchones, caminaron hasta allá.

-¿Tú cómo crees que sea la segunda etapa?- preguntó Tatta algo preocupado.

-No tengo idea, pero sé que lograremos salir, no te preocupes- dijo Tsuki intentando calmarlo, Tatta la abrazó.

-Gracias por siempre estar para mí- le agradeció él.

-No hay problema, siempre lo estaré- le respondió la chica y le dio un beso corto.

-¿Por qué siempre me besas por sorpresa?- dijo Tatta con la cabeza baja.

-Porque así te ves más tierno- respondió Tsuki sonriendo.

-¿Que yo qué?-

Ella solo lo besó otra vez -Ven, veamos si hay algo para pasar el rato- le agarró la mano a Tatta y lo llevo a una tienda de juguetes.

-Tengo años de no venir a esta tienda, no pensé que siguiera abierta- habló el chico observando a su alrededor.

-¿Ya habías venido? Esta tienda es genial, no importa la edad, siempre disfrutaba venir acá-

-¿Desde hace cuánto vienes?- le preguntó él pensativo.

-Creo que desde ¿los 8? Dejé de venir cuando que me llevaron al refugio pero cuando empecé a trabajar, venía a vitrinear, recuerdo que cuando tenía 11 habían unos juegos como los de los restaurantes pero más pequeños y había un tubo que era una escalera en forma de espiral que te llevaba a un tobogán, siempre que venía me subía pero una vez me caí y me hice un esguince en el tobillo, desde entonces ya no me dejaron- Le contaba ella mientras caminaban por los pasillos

-¿Te caíste? Que mal… alto, ¿alguien te ayudó?- preguntó el chico curioso. Él paró de caminar

-Sí, no lo recuerdo muy bien, pero un chico de unos 12 años vino corriendo para ayudarme, él fue muy amable, ¿por qué? - respondió Tsuki recordando.

-Tsuki… ¿llevabas una blusa blanca y un suéter azul?

-Sí, ¿tú cómo sabes?-

-El chico que te fue a ayudar, ¡era yo!- descubrió el chico y se emocionó.

Something About You | Kodai TattaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora