Miyata Ichiro - Volg Zangief

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FNBL noticias.

Miyata.

Después de un largo día de entrenamiento, Miyata se encontraba en su habitación descansando de una agotadora rutina. Estaba acostado en su cama boca abajo mientras balanceaba sus pies de arriba a abajo, hojeando una revista que su papá le había dado.
Para su sorpresa en una de las páginas centrales se encontraba una foto de él en grande... Por supuesto! Recordaba ese día, fue a hacer una sesión de fotos en un estudio. Lo que le sorprendió aún más fue la siguiente hoja, que tenía en grande como título: El talentoso boxeador Miyata Ichiro busca pareja.
¡¿Qué?! Abrió sus ojos por la sorpresa, estaba impactado, y confuso, es decir ¿En qué momento hizo eso? Wow, que descarados habían puesto ese título que claramente es falso, el no está buscando una pareja, ¿Quien se atreve a poner semejante tontería como que el busca pareja? Ja! Ahora estaba enojado con la revista.
Sus ojos bajaron hasta el final de la página, hasta abajo; cuando lo leyó casi ni pudo respirar, rápidamente cerro la revista con fuerza... No podía creerlo. Se paró de la cama de un solo brinco,  molesto empezó a caminar por su habitación mientras tenía la mano con sus cabellos entre sus dedos.
Miyata suspiró.

- Arisu Suzuki... - volvió a leer con la revista en sus manos - Reportera de  FNBL noticias, wow. Tenía que ser ella la que escribió está tontería.

Miyata se quedó toda la noche en su habitación pensando en la entrevista, deseando nunca haber atendido a aquella señorita en le gimnasio ese día. Ahora todos pensarían que él es solo un interesado por las mujeres... Y lo peor, sabrían cosas personales de él. Deseando jamás haber respondido esas preguntas, lo fue venciendo el sueño hasta por fin quedarse profundamente dormído.

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Gimnasio Kamogawa.

Miyata entró al gimnasio casi azotando la puerta, se dió cuenta que hizo mucho ruido y se disculpó con una reverencia general para todos. Entro buscando específicamente a alguien, pero al parecer esa persona ni siquiera había llegado aún.
Se preparó poniéndose sus vendas y sus guantes...

(...)

Tan solo unos minutos más tarde Ippo había llegado, y Miyata se dió cuenta; el sonrió... Su "presa" había llegado, por fin. Se acercó discreta y lentamente hacia Ippo. Hasta quedar en una considerable distancia, que lo que le diría a Ippo, no puediran escuchar los demás.

- ¿Conoces a la reportera? - seriamente cuestionó a Ippo, quien solo estaba golpeando el saco.

Makunouchi se sorprendió notablemente.