(Capitulo 9)
La cena era muy tranquila, los padres de Senku jamás las hicieron sentir mal con nada y mucho menos incomodas, Suika estaba encantada con los mayores al igual que Ruri ya que a esta le recordaba a sus padres, pero pese a todo Kohaku no podía prestar atención a gran parte de lo que sucedía a su alrededor debido a aquel dulce toque que solo abandono su mano cuando comieron y ahora, tras tomarla de nuevo acariciaba levemente con su pulgar, eran caricias tan ligeras que podía compararlos con el toque de una pluma. Senku estaba tan perdido en sus pensamientos con la información obtenida que no era del todo consciente de lo que hacía, miraba a su padre quien seguramente relataba alguna historia de su trabajo o como es que estaba orgulloso de él.
- Kohaku, ¿Podría hablar contigo a solas? – Esa pregunta la sorprendió pero solo asintió con la cabeza y un ligero sonrojo en su rostro, Ruri los vio alejarse extrañada ante la actitud de su hermana, había logrado ver como aquel nerviosismo en algunos momentos durante la cena ¿A qué se debería?
- Tranquila Ruri, seguro solo irán al jardín – Hablo de repente Byakuya para beber después de su copa.
- Lo lamento – Se sonrojo ya que al parecer se veía algo impertinente.
- No te preocupes, además sería buena idea de que se quedaran a dormir – Señalo a Suika quien comenzaba a frotar sus ojos – Ya es tarde y mañana es fin de semana, así que no veo problema –
- Pero señor Ishigami...–
- Acepten Ruri, tenemos habitaciones disponibles y no sé qué va a hablar Senku con tu hermana, podrían tardar –
- Señorita Lillian... -
- Y sería peligroso que tres jovencitas tan lindas se arriesguen en la calle a esta hora – La joven rubia no estaba del todo convencida, pero aceptaría ya que sus palabras tenían algo de razón, además en ese tiempo ni Senku o sus padres se habían mostrado mal con ellas, al contrario, les daban mucha confianza.
- Gracias a ambos –
- No se diga más, síganme por favor - Bajo a Suika de la silla siguiendo al patriarca de los Ishigami a la habitación que utilizarían esa noche, se sorprendía al ver que fácilmente pudieron pedir ayuda a algún sirviente, pero Buakuya hacía todo por sí mismo.
Afuera, la pareja llegaba hasta una parte donde estarían ocultos de ojos curiosos (Hablando principalmente del padre del chico) y podrían hablar con tranquilidad, Kohaku se sentía muy nerviosa debido a aquellos toques entre sus manos, no entendía a que se debían ese tipo de actitudes en el chico, era cierto que trabajaban juntos llevándose de maravilla, que de vez en cuando salían a comer solos, que el chico se autoinvitaba a su casa ganando la confianza de Ruri y Chrome, incluso en algunas ocasiones salían con Suika como si fueran... Una familia... El pensamiento la puso más nerviosa haciéndola temblar brevemente, sintió como algo la cubrió por los hombros notando que era la chaqueta de Senku.
- Perdón por pedirte que salgas, seguro tienes frio –
- No... No te preocupes – No podía mirarlo a los ojos, ¿Por qué en ese momento se sentía tan nerviosa?, agradeciendo el detalle de la chaqueta se ocultó un poco -¿De qué querías hablar? – Senku suspiro ya que sabía era un tema bastante serio.
- Leona... Kohaku... Quiero que me hables del padre de Suika – Todo el nerviosismo que tenía por lo que parecía una linda acción desapareció con esas palabras, incluso Senku noto como es que aquel semblante tan relajado y alegre cambiaba totalmente.
- Eso es algo que no te interesa – El chico no se dejaría intimidar.
- Lo sé, pero... –
- No tienes que saber nada – Aquel susurro pese a que fue leve, podía sentir la advertencia en sus palabras, Kohaku se dio la media vuelta caminando a la casa, eso no le estaba gustando para nada.
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Casualidad (Pausada)
RomanceExisten las casualidades... Al igual que las segundas oportunidades...